Con el tiempo que hay para impulsar y ejecutar el principal proyecto de inversión de esta legislatura en Zaragoza, la reforma del Mercado Central, los imprevistos han jugado a favor de los detallistas y de sus clientes. Las instalaciones provisionales que se ubicarán finalmente, tal y como adelantó EL PERIÓDICO, en la calle Salduba, junto a las Murallas romanas y la iglesia de San Juan de los Panetes, ofrecerá más espacio para trasladar a los 79 puestos durante las obras de remodelación, y mejores servicios que la anterior propuesta, pegado al edificio.

Ese mercado temporal será 1,2 millones más caro pero el diseño ofrece, ya no una carpa temporal como antes, sino una construcción con cerramiento, climatización interior, cámaras de almacenamiento, más superficie de carga y descarga en el lado más próximo a la plaza del Pilar, y un remate exterior con vinilos serigrafiados acordes al entorno histórico en el que se localizará, catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC).

Y, sobre todo, sin tocar una de las condiciones clave para no tener a los detallistas y clientes en contra: la proximidad. La entrada al edificio de una sola altura estará a solo 20 metros de la actual entrada norte del edificio a reformar, justo en la confluencia de Salduba con la calle Manifestación y la plaza donde se ubica la estatua del César Augusto que da nombre a toda la avenida. Proximidad también con la parada del tranvía y centralidad para que no se pierdan clientes durante el año de tránsito hasta que se estrene el nuevo edificio a reformar.

EL MISMO PLAZO, 2019 // En teoría, en el primer trimestre del 2019, si todo sigue el calendario previsto y, curiosamente, gracias a este nuevo mercado provisional. Porque el imprevisto surgido no se centra únicamente en la negativa del Gobierno de Aragón a autorizar una instalación provisional para los puestos en un lugar contiguo al edificio en obras. El más relevante es el que ha acabado afectando al propio coste de los trabajos y que ha encarecido la inversión en 4 millones más de lo esperado. Porque el paso del plan director a la elaboración del proyecto constructivo ha significado tener que incluir la intervención en el hormigón armado que separa la planta calle del sótano. Y, sobre todo, la obligación de reforzar, por cautela y seguridad, toda la estructura del edificio porque las cristaleras que están previstas para adornar el exterior del futuro Mercado Central provocarán un mayor empuje sobre la misma.

Así que el mercado provisional junto a las Murallas conseguirá que se respete al menos el plazo de ejecución previsto de un año, ya que no tener el condicionante de la actividad comercial conviviendo con el trasiego de máquinas e intervenciones en el edificio acelerará su ejecución. No así su coste, que los técnicos municipales estiman que podría rebajarse entre un 10% y un 20% durante la licitación.

Este concurso público para adjudicar las obras de reforma se lanzará de forma inminente, quizá en los próximos días, y por el precio ya conocido de 15,5 millones de euros. Además, en los planes de ZeC está hacerlo coincidir con el que asignará puestos a los detallistas, la esperada renovación de concesiones. ¿Por qué? Porque es clave que a la vuelta del verano estén decididos quiénes ocuparán los puestos del nuevo Mercado central para, entre otras cosas, organizar con ellos el traslado a ese mercado provisional junto a las Murallas. Así, la construcción de estas naves temporales en Salduba se podría adjudicar a lo largo del otoño, para tenerlo terminado «a finales de año o principios del 2018». Entonces comenzará la reforma, y el año de transición para los detallistas y clientes.

UN AÑO DIFÍCIL // Serán doce meses difíciles, reconocen ellos y hasta el propio consistorio, que ya trabaja contra el reloj para garantizar la mayor cobertura posible en el funcionamiento ordinario. En el caso de los detallistas, se va a diseñar un amplio espacio para la carga y descarga en Salduba, tras la Fuente de la Hispanidad con el que poder facilitar su operativa. Porque las cámaras frigoríficas y zona de almacenamiento estarán ubicadas en la nave que se montará frente a San Juan de los Panetes. Además de las oficinas administrativas.

Esta es una de las naves que conformarán estas instalaciones con forma de L, la que dibuja la calle Salduba. La otra, alineada en paralelo a las murallas, dejará espacio para los 79 puestos temporales. En la construcción de cada uno de ellos se van a invertir 4.430 euros y se conocen pocos detalles de esta galería comercial, pero lo que está garantizado es que todo el cableado e instalaciones de luz, gas, agua y vertido no estarán a la vista. Y tampoco habrá que picar el asfalto. La solución constructiva pasa por hacer que estas naves provisionales se eleven como macrocontenedores flotantes bajo los cuales se ocultarán todas las tripas que permitan su funcionamiento del día a día.

Quedan flecos por concretar pero se irán definiendo poco a poco. Por ejemplo la ubicación de los aseos. El ayuntamiento se plantea que los baños que hay insertados en la Fuente de la Hispanidad podrían dar servicio al mercado. Y sería una imagen más amable que montar aseos portátiles. Y también está por ver si afecta a las terrazas de Salduba.