El temporal que azota la Península registró ayer su máxima intensidad y se cebó especialmente en las comunidades del norte, que quedaron colapsadas por el frío, el viento y la nieve. La situación fue tan alarmante que Tráfico recomendó a los conductores aplazar hasta hoy sus desplazamientos por carretera. La peor parte se la llevó Castilla y León, donde más de 3.000 vehículos se quedaron parados a causa de la nieve en la carretera de Burgos, que permaneció bloqueada desde el kilómetro 156 al 242.

La carretera de Burgos --cortada en Aranda de Duero y Lerma-- quedó prácticamente intransitable. Según Protección Civil, unos 3.000 vehículos se encontraban a última hora de la noche de ayer parados a causa de la nieve entre Lerma y Burgos capital. Además, otros miles de coches --las autoridades no concretaron el número-- estaban también atascados entre Burgos capital y Briviesca.

En la provincia de León, unos 205 pueblos quedaron incomunicados y el Ejército se mostró dispuesto a intervenir para ayudar los más de 12.290 vecinos aislados. De hecho, la División Acorazada Brunete fue movilizada a última hora de la tarde. En Palencia, otra veintena de pueblos quedaron incomunicados a causa de la nieve.