Al grito de «¡qué viva España!», de «Cataluña es España, España es cataluña» o «Puigdemont dimisión» o «Santisteve dimisión», miles de zaragozanos salieron ayer a mostrar su rechazo al desafío independentista, a reivindicar la unidad del país y a exhibir, con banderas, que en la capital aragonesa son muchos los que no quieren la ruptura. En torno a 12.000 voces según la Delegación del Gobierno, la mitad según la Policía Local, lo cierto es que la llamada a la cita convocada por Falange Española -aunque ayer se la atribuía la Plataforma Ñ- tuvo una respuesta inusitada, a la altura de los éxitos deportivos de antaño del Real Zaragoza.

Su mensaje, alto y claro, en contra del referéndum secesionista ilegal en Cataluña, al calor de lo que se estaba viviendo allí pero con calma y sin incidentes. Con frases como «no somos fachas, somos españoles» o «España, unida, jamás será vencida», para responder a los críticos, buscaba exhibir un mayoritario rechazo a la ruptura, como destacó el representante de la Plataforma Ñ, Víctor Salvo, quien aseguró que eran voces de «gente normal, trabajadora, que no pertenece a ningún partido político» y llegada por una convocatoria «a través de las redes sociales». Y mostró su rechazo a quienes están «despreciando el pluralismo social y político».

Horas más tarde, una concentración espontánea se reunía en ese mismo lugar, con menos gente, para mostrar su «rechazo a la actuación policial» en el 1-O en Cataluña y en «defensa de los derechos civiles».