Miles de personas salieron ayer a la calle en Aragón para celebrar el Día del Orgullo LGTBQI y exigir derechos para la diversidad en ámbitos como el laboral, la sanidad o la seguridad. Las tres capitales de provincia de la comunidad celebraron actos en los que la festividad se mezcló con la reivindicación. De esta manera, en Huesca se celebró la primera marcha en la ciudad con motivo de este día, que partió de la plaza de Navarra a las ocho de la tarde, mientras que en Teruel cientos de personas recorrieron la localidad en su segunda edición.

En Zaragoza, el consistorio ya colocó la bandera arcoíris por la mañana y recibió a los convocantes de la manifestación, que solicitaron más apoyo al colectivo. La marcha partió a las 19.00 horas de la plaza San Francisco y reunió a millares de personas que recorrieron la Gran Vía, el paseo de la Independencia y la calle Alfonso para concluir en la plaza del Pilar. En la misma, destacaba la elevada presencia de jóvenes que se unieron a la jornada. Durante el recorrido, las batukadas se alternaban con las consignas reivindicativas de los diferentes colectivos. Que no desfilamos, nos manifestamos o joven precario, quema el armario son algunos de los lemas que se escuchaban en una marcha repleta de banderas arcoiris y otras que identificaban las distintas orientaciones e identidades de género.

La cabecera de la manifestación, liderada por su convocante, la plataforma 28-J, mostraba una pancarta en la que se solicitaban derechos para la diversidad y ¡leyes trans y LGTB ya!. Tras ellos, carteles y lemas como Los hombres trans también somos gestantes, por una sanidad más intrusiva o la diversidad es riqueza salpicaban el recorrido.

También acudieron varias políticos de la ciudad y la comunidad, como el alcalde, Pedro Santisteve, la vicealcaldesa, Luisa Broto, el secretario general de Podemos en Aragón, Nacho Escartín, la presidenta de las Cortes, Violeta Barba, o el diputado de Ciudadanos Ramiro Domínguez. También, el secretario de organización del PSOE, Darío Villagrasa, la diputada de CHA Carmen Martínez o los concejales de ZeC Alberto Cubero, Arantza Gracia y Fernando Rivarés, quien recordó que la primera movilización del 28-J en Zaragoza que recuerda fue a finales de los años 80 y acudieron 17 personas. «Por supuesto nos insultaron, nos escupieron, se nos rieron... y esto es un avance muy importante». El responsable municipal de Economía y Cultura destacó que «hay tanta gente que viene con sus niños y, sobre todo, tantos chavales y chavalas que parecen tener desde 15 hasta 20 años con tanto orgullo, tanta seguridad, tanta convicción y tanto planteamiento ideológico serio sobre su libertad individual, que es maravilloso. Esto no hay quien lo pare».

El camino acabó en la plaza del Pilar, donde se leyó el manifiesto que destacó la celebración de las luchas por la diversidad. En él, se puso el acento en las «discriminaciones provocadas por este sistema cisheteropatriarcal y capitalista» y destacaron que no se dejarán «engañar ni comprar». A tal efecto, rechazaron el uso por el Estado de Israel «de una imagen de tolerancia con la diversidad afectiva y sexual para tapar su apartheid». En este manifiesto recordaron que en Rusia, donde se celebra actualmente el Mundial de fútbol, se produjeron hace un año «detenciones, torturas y asesinatos de personas LGTBI en Chechenia» y que la ley de este país contra la propaganda homosexual se traduce en «la prohibición completa del movimiento LGTBI».

Tras ello, tomó protagonismo la situación en España, donde se sigue luchando «por leyes que hagan ya efectivos todos los derechos para las personas trans».

También pidieron políticas que amparen y valoren la diversidad de las familias, educación por la diversidad o leyes para la protección contra la discriminación laboral. Cabe recordar, en ese sentido, que el sindicato CC.OO y la asociación Somos LGTB+ de Aragón solicitaron ayer que en las plazas de empleo público de la comunidad se fije una reserva para las personas trans, con el objetivo de facilitar su inclusión y el acceso a las administraciones.

Igualmente, reclamaron políticas de salud «que se diseñen y apliquen teniendo en cuenta las necesidades de una población que es diversa» y que todos los lugares del país «sean espacios seguros». Así, pidieron que cualquier agresión por razón de diversidad afectivosexual, familiar o de género se considere delito de odio.