El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, defendió ayer la autonomía fiscal de las comunidades para diseñar sus presupuestos y tener su propia capacidad recaudatoria, aunque también se mostró partidario de que en el nuevo modelo de financiación autonómica que tiene previsto debatir en los próximos meses, se deben buscar fórmulas que igualen los impuestos entre las comunidades, especialmente el de Sucesiones. Montoro respondió así a las preguntas que más de dos centenares de empresarios le dirigieron en un foro de la CEOE Aragón en Ibercaja. Se preguntó mucho sobre impuestos y el hecho de que Aragón sea una de las comunidades con una fiscalidad más gravosa. También se mostró la preocupación por la situación en Cataluña. Se habló de la creación de empleo y los buenos datos de recuperación. No se le prguntó sobre la necesidad de recuperar salarios, disminuir la temporalidad o la calidad de esos empleos.

Montoro amitió que hay impuestos, como el de Sucesiones y Donaciones, en el que hay que ser «especialmente sensibles con ellos», ya que detrás hay «vidas de ahorro y esfuerzos», por lo que pidió, ante la mirada del consejero de Hacienda del Gobierno de Aragón, Fernando Gimeno, que sean «lo más bajos posibles» para evitar «los agravios especialmente en los impuestos que generan mayor sensibilidad».

Montoro enlazó esto con el futuro modelo de financiación autonómica que tiene previsto comenzar a debatir en los próximos meses, y no descartó que se pueda buscar algún tipo de armonización fiscal. Eso sí, recalcó que en ningún caso el Gobierno en minoría lo impulsará si no es con el apoyo de otros grupos parlamentarios. Sin mencionarlo, miró hacia el PSOE, ya que «en solitario ni lo vamos a intentar».

También admitió que ha habido una justificada caída de inversión en obra pública que, solo ahora, podrá revertirse al mejorar el ciclo económico tras aplicar duras medidas.

Durante su estancia en Zaragoza, Montoro también tuvo tiempo para entrevistarse con el presidente de Aragón, Javier Lambán, quien le instó a reformar el sistema de financiación autonómica y a primar a aquellas comunidades que utilizan sus instrumentos fiscales para obtener recursos para costear unos servicios públicos de calidad frente a las que renuncian a ellos, en una clara defensa de la corresponsabilidad fiscal.

Lambán defendió que Aragón está intentando ser cumplidora y leal con España y el Estado, por eso abogó por reformar urgentemente el actual modelo de financiación autonómica para que se puedan afrontar los costes reales de los servicios públicos que prestan las comunidades. Por ello, vaticinó que sin una financiación adecuada las comunidades están abocadas a la inviabilidad.