Reorientar el turismo, sector que proporciona el 8% del PIB aragonés, es una tarea imprescindible para IU. Su programa defiende un cambio de modelo en el que se apuesta más por la sostenibilidad del territorio y por atajar la precariedad laboral que suele acompañar al sistema actual. Defiende que hay que fomentar más el turismo de interior, rural y de baja intensidad, con menor impacto en cuanto a infraestructuras, así como el cultural y patrimonial, y darle el respaldo que ahora tiene el turismo masivo. También pretende una oferta más reglada, con especial atención al alojamiento hotelero, cámping y casas rurales, así como el desarrollo, mejora y ampliación del Plan Aragonés de Estrategia Turística, profundizando en el desarrollo de planes comarcales. Además, apuesta por preparar planes de calidad que vayan vinculados a una mejora de la cualificación laboral y a una mayor responsabilidad social de las empresas. Respecto al turismo de nieve, su oposición es frontal a la unión de estaciones en el Pirineo, defiende otro modelo más sostenible que también combata la despoblación.