Darle forma a la línea 2 del tranvía empieza a dibujar la Zaragoza del futuro con un tranvía que, al igual que en el trazado entre Valdespartera y Parque Goya en el norte-sur, servirá para transformar toda la escena urbana al paso de este convoy de alta capacidad. Sus 21 paradas incluidas en el anteproyecto presentado ayer son solo la parte de una plataforma tranviaria que transformará todo a su paso en estos casi diez kilómetros de longitud. La reforma integral de grandes avenidas como la de Navarra o el eje paseo Pamplona-María Agustín, la remodelación de toda la plaza San Miguel o la transformación del entorno del Portillo son algunas de las más destacadas. En una configuración de viales en los que solo habrá uno o dos carriles de circulación en todo el itinerario, siempre con carril bici en ellos, y en algunos casos incluso cambios en la reordenación total del tráfico, como la gran rotonda que se ha pensado en la confluencia de María Agustín con Anselmo Clavé, o la supresión de uno de los sentidos de la calle Escrivá de Balaguer, en dirección al centro.

La propuesta técnica del trazado incluye multitud de novedades en esta Zaragoza del futuro en el eje desde el oeste de Valdefierro y Delicias hasta el este de Las Fuentes y San José. El itinerario partirá desde la rotonda del Alcampo en Valdefierro, en la avenida Manuel Rodríguez Ayuso, donde está previsto construir uno de los dos aparcamientos disuasorios, este de 750 metros cuadrados y capacidad para 56 plazas. El segundo se levantaría en 3.000 metros cuadrados en Las Fuentes, con 201, junto a las cocheras de la línea, también en el entorno del tercer cinturón, al final de Compromiso de Caspe.

Desde Valdefierro, el tranvía encontrará a su paso una primera gran novedad en la glorieta de Los Enlaces. El tranvía la atravesará, por lo que la gran escultura que la preside tiene los días contados. En su lugar, se ha pensado en una plaza mucho más peatonal y transitable de lo que es ahora, haciendo un corredor semipeatonal hacia la avenida Madrid. Y la creación en la rotonda del primer gran intercambiador de la línea, de los cuatro que tiene en total.

La línea recorrerá luego este eje vertebrador de Delicias hasta que se gire en la calle Rioja hacia la avenida Navarra, siempre en la actual mediana y haciendo una actuación transformadora en los viales más estrechos. Pero en este paso por Delicias tiene una de sus intervenciones estrella, la que está vinculada al proyecto europeo Linking Zaragoza con financiación ya garantizada. Se trata de la implantación de un servicio de lanzadera con bus eléctrico y bicicletas que permitan acercar al usuario de la estación intermodal al eje del tranvía.

A la antes citada transformación integral de la avenida Navarra, en superficie y el subsuelo (vale más de 15 millones esta intervención urbanística), le sigue el paso por la rotonda de la Ciudadanía para que el tranvía se dirija al centro por Escrivá de Balaguer. En este caso, la plataforma usaría los dos carriles que ahora dan entrada a la ciudad, de manera que todo el tráfico que ahora soporta se redirigiría hacia una remodelada calle de Escoriaza y Fabro en dirección a la calle Santander. Es la reordenación del tráfico más destacada, ya que lo cambia todo en torno a unos suelos del Portillo en los que la estación de Cercanías estaría más integrada en la escena urbana.

Más adelante, se ha pensado convertir la confluencia de María Agustín y Anselmo Clavé en una gran rotonda que atravesaría el tranvía y ubicar en esa zona el segundo gran intercambiador, una referencia para la intermodalidad urbana. Antes de adentrarse, además, en el corazón del centro y un eje hacia el paseo Pamplona que cambiará por completo. Se han pensado uno o dos carriles solo, que pacificará la circulación. Y en el centro, la vía que conectará el Coso con la Puerta del Carmen para establecer ese bypass pranviario que permitirá no interrumpir el tráfico cuando se corte Independencia. El problema técnico más complicado es resolver el giro posterior hacia Gran Vía, pero aseguran los técnicos que eso permitiría compatibilizar las dos línes y quién sabe si algún día hay una línea Valdefierro-Parque Goya.

El tramo de Constitución parece ya despejado de todo tipo de incógnitas, ya que el anteproyecto apuesta por mantener todo el arbolado, ubicar la plataforma del tranvía pegada al bulevar en dirección a Cesáreo Alierta y acometer una renovación del cubrimiento del Huerva que costaría en torno a 6 millones de euros. Así su vida útil se alarga de forma notable.

En La Mina iría el tercer intercambiador, de la plaza San Miguel renovada y convirtiendo este enclave de entrada a Miguel Servet en un nodo de comunicaciones de primer nivel en la ciudad. El cuarto intercambiador ya estaría a las puertas de Torrero, al final de la avenida San José, en el paseo del Canal.

La reforma integral de esta avenida y la de Compromiso de Caspe darán una apariencia más peatonal a este eje al este de Zaragoza donde finalizaría su trayecto. O lo empezaría.