Jacqueline Contreras, una mujer peruana de 22 años, que se encontraba herida en el Hospital Gregorio Marañón, elevó ayer a 202 las muertes por los atentados del 14 de marzo. Sus restos serán trasladados en los próximos días a Lima, su ciudad natal, según informaron fuentes diplomáticas. Otros tres hombres peruanos, de 34, 39 y 45 años, han perecido en la tragedia. Dos de ellos dejan viuda y varios hijos.

Según la Consejería de Sanidad, en los hospitales madrileños permanecen todavía ingresadas un total de 188 personas. De ellas 6 siguen en estado crítico, 19 muy graves, 109 heridos graves, 36 leves y 18 con pronóstico reservado.

Prácticamente todos los hospitales de la red sanitaria madrileña, con la excepción del de Móstoles y el del Niño Jesús, tienen algún paciente lesionado por las explosiones de las bombas. Desde el jueves se han atendido a 1.771 personas y un total de 1.192 requirieron algún tipo de tratamiento especializado. En las últimas 24 horas, el número de pacientes que salieron del hospital ascendió a 24 personas.

BAILE DE CIFRAS La directora del Instituto Anatómico Forense, Carmen Baladía, informó de que de momento sólo se han identificado 184 cadáveres y que se han realizado un total de 194 autopsias. Estas cifras podrían rebajar el número oficial de los 202 muertos contabilizados por el Ministerio del Interior, a partir de una lista provisional.

El proceso de autopsias, en el que han participado un total de 68 médicos, ya ha concluido. Los forenses están a la espera de que se terminen de identificar, tras ser sometidos a las pruebas de ADN, varios restos humanos que han sido trasladados desde el Anatómico Forense al cementerio de la Almudena. Estos restos fragmentados ayudarían a dar identidad a los 11 cadáveres, que siguen sin tener nombres y apellidos.