La víctima mil de la violencia de género en España (solo desde que se tienen registros y solo contabilizando aquellas muertes causadas por parejas o ex parejas) fue asesinada a cuchilladas durante la noche del domingo al lunes en Port Saplaya un barrio de la localidad valenciana de Alboraya pegado a la playa. Su presunto asesino, que era su pareja, se suicidó saltando del quinto piso en el que vivían. Se llamaba Beatriz tenía 29 años era española y según confirmaron a EL PERIÓDICO conocidos suyos quería dejar la relación desde hacía un tiempo. «Estaban en proceso de ruptura», aseguraron. La relación, contaron los vecinos, era tensa de un tiempo a esta parte. Ese deseo de empezar una nueva vida podría ser el detonante por el que V., un ciudadano rumano de unos 50 años, la asesinó.

Al parecer, la actual jefa de Beatriz se extrañó de que no acudiera a trabajar a primera hora de ayer y se puso en contacto con su madre, que habría acudido a la Guardia Civil al no poder contactar con ella. Los agentes acudieron a la casa y al no contestar nadie a la puerta reclamaron la presencia de los bomberos. Cuando estos intentaban acceder a la vivienda el hombre saltó al vacío. No murió en el acto pero cuando llegó el SAMU ya no pudieron hacer nada por vida. Cuando finalmente entraron a la vivienda se encontraron el cuerpo de la mujer con una rigidez que hizo que los forenses apuntaran a que la muerte se habría producido en la noche del domingo.

EN ARANJUEZ

Un hombre mató en el municipio madrileño de Aranjuez en la noche del domingo de un disparo a su excuñada e hirió de gravedad a otras dos mujeres de su familia política. La policía investiga si este crimen se debió al hecho de que la pareja del agresor, con la que tenía cinco hijos, había roto la relación y este culpaba a sus allegados de la situación o, quizá, actuó movido por venganza. El presunto homicida (un español de 38 años) disparó desde su vivienda con una escopeta.