El director del Instituto Tecnológico de Aragón (ITA), Manuel Muniesa, se hizo eco ayer de una de las constataciones que se recogen en el estudio elaborado a instancias del instituto y de la Cámara: "El principal agente de la innovación es el empresario y hay que potenciar su vinculación para mejorar la cultura innovadora". También reconoció a renglón seguido que el colectivo empresarial "necesita el apoyo de la Administración" para implicarse y despegar en estos procesos.

Muniesa atribuyó la mejor posición en el pasado ejercicio en la comunidad respecto a las inversiones en innovación al efecto Opel , que recogió las aportaciones económicas para el desarrollo del Meriva y que "distorsionó" el ránking nacional, reconociendo que la posición que le correspondería a Aragón se sitúa por debajo de Madrid, Cataluña, País Vasco y Valencia.

A LA CABEZA EN PATENTES Mostró también su sorpresa por el porcentaje (0,79% del PIB) que la comunidad invierte en I+D frente al 1,18% nacional "cuando somos la primera comunidad por número de patentes registradas en términos de población, 133 en Aragón por 83 en la media española".

En los resultados del informe destaca (en el sector de productos metálicos) que apenas el 5,3% de las empresas dedican más del 10% de sus gastos internos a I+D, mientras el 57% destina menos del 1%. Es curioso que, según la encuesta empresarial, el 75% de las compañías conocen la existencia de ayudas a la innovación, pero apenas un 19% de ellas hacen uso de las mismas.

MOTIVACIONES Javier Tarazona, el director de Append, destacó que "las motivaciones para la innovación son los clientes y las necesidades del mercado, es una motivación reactiva". Los datos lo confirman: el mayor porcentaje (25%) reconoce que ha cooperado con los clientes para acciones innovadoras, seguido de los proveedores (23%) y de los expertos (14%). Apenas un 9% lo ha hecho con universidades u otros institutos de enseñanza superior, un dígito que desciende hasta el 8,6% para los organismos públicos de investigación o centros tecnológicos. Las cifras contrastan enormemente con las nacionales que, en el último apartado citado, alcanzan el 41,5%. Además de una determinada cultura empresarial, una de las posibles explicaciones emitidas por Tarazona incide en la distorsión que puede operar la influencia de Madrid, Cataluña y Pais Vasco --que representan juntos en torno al 70% de la inversión en I+D-- por sus parques tecnológicos o la radicación de la sedes empresariales en esas comunidades.

El director del ITA destacó la importancia de haber creado una consejería en Aragón dedicada a Tecnología y Ciencia y abogó por que el campus del Actur --con organismos como el CEEI, ITA o CIRCE, entre otros-- aglutinen las referencias del sector en la comunidad. El ITA, en concreto, dispone de una plantilla de 210 personas (170 titulados) y actúa sobre mil empresas que mantiene como clientes en actividades de I+D+i, con diferentes planes y programas para su desarrollo.