Mutismo total. Ningún líder, ni siquiera los portavoces de los principales partidos políticos españoles, quiso expresar públicamente su opinión acerca del atentado frustrado contra el AVE Madrid-Sevilla ni sobre las amenazas de próximos atentados contra los intereses españoles anunciados por las Brigadas de Abu Hafs Al Misri en una carta remitida el pasado 28 de marzo a la Embajada de España en El Cairo (Egipto).

El desacostumbrado silencio político tiene mucho que ver con lo sucedido tras los salvajes atentados cometidos en Madrid el pasado 11 de marzo, en plena recta final de la campaña de las elecciones generales. En aquella ocasión y durante muchas horas, el ministro del Interior, Angel Acebes, y otros miembros del Gobierno y del Partido Popular, con el presidente José María Aznar al frente, atribuyeron a la banda terrorista ETA la autoría de la masacre. Esta opinión fue inicialmente compartida en público por diversos dirigentes del PSOE, entre ellos su secretario general, José Luis Rodríguez Zapatero, y por el lendakari, Juan José Ibarretxe.

Sin embargo, en esta ocasión, los portavoces del PP y del PSOE han optado por la prudencia más escrupulosa a la hora de valorar los hechos. "Mientras continúen las investigaciones policiales sobre la autenticidad del comunicado y la autoría del mismo, no vamos a decir nada al respecto", indicaron a este diario fuentes populares, escaldados por lo ocurrido tras el 11-M. Pero también por el PSOE, cuyos portavoces, en privado, hicieron la misma observación al respecto.

CONTACTOS CON EL GOBIERNO Durante toda la jornada de ayer, el ministro del Interior en funciones, Angel Acebes, mantuvo informado en todo momento al portavoz parlamentario socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, quien en la anterior legislatura era el encargado de los contactos del PSOE con el Ejecutivo del PP en cuestiones de seguridad y terrorismo.

El ministro informó a Rubalcaba acerca de los planes de seguridad acordados en una reunión de urgencia de la célula de crisis encabezada también por el titular de Defensa, Federico Trillo y por la cúpula del Ejército, la policía y de la compañía Renfe.