Nadie quiere ser de Segunda, aunque huir de la categoría parezca ahora mismo una quimera para Real Zaragoza y Huesca. Los zaragozanos se mueven por la zona baja de la tabla y ven los puestos de ascenso en la lejanía, mientras los oscenses no consiguen traducir sus buenas actuaciones en victorias y ocupan el farolillo rojo cada vez más lejos de la salvación. Así arrancan el 2019 los dos grandes clubs de Aragón, con el Real Zaragoza reilusionado con el regreso de Víctor Fernández al banquillo y el Huesca feliz con sus puestas en escena pero frustrado con sus resultados.

Enero se presenta movido para ambos, con el mercado invernal de fichajes como esperado solucionador de problemas para cambiar de cara después de un verano en que, a la vista está, ninguno de los dos hizo bien su trabajo. El Huesca necesita goles para empezar a ganar partidos pero precisa de muchas victorias para una remontada en la clasificación que desafía a toda lógica. El Real Zaragoza parecía requerir muchas mejoras pero el regreso de Víctor Fernández cambió al equipo en su primer partido. La cuestión es si aquello va a mantenerse en el tiempo, si va a ser la tendencia que necesita el equipo para volar más alto. Y, en cualquier caso, necesitaría otro milagro en la segunda vuelta para colarse en la pelea por el ascenso, el objetivo, la obsesión, de un club que lleva seis años sin saber cómo alcanzarlo. También aspira a recuperar su sitio en la máxima categoría el Zaragoza Femenino, con la campeona del mundo Salma Paralluelo en sus filas.

En baloncesto, el Tecnyconta comienza mejor que años anteriores, lo que ya es un gran avance. El equipo de Porfirio Fisac está más cerca de la Copa que del descenso y ha ofrecido momentos de espectáculo en el Príncipe Felipe. En este caso el objetivo es ganarse la continuidad en la ACB de manera más holgada que las dos últimas campañas, para lo que tendrá que evitar el desplome de cursos anteriores. El 2019 será un año de mucho baloncesto en Zaragoza después de que la ciudad fuera nombrada capital española de este deporte para el año entrante. La presencia de las selecciones absolutas será la guinda a otros torneos importantes de categorías base que harán de Zaragoza el epicentro del baloncesto del futuro.

El reto del Mann Filter es encontrar la estabilidad después del profundo cambo sufrido en el banquillo y la parte fundamental de la plantilla, mientras el Levitec sueña con devolver a Huesca la magia de la ACB tras un inicio más que prometedor en la LEB Oro. También anhela alcanzar la élite el Bantierra Fénix, intratable en su grupo de la Divisón de Honor B y con la perspectiva de pisar la máxima categoría por primera vez en la historia del rugby aragonés.

No tendrá fácil el Voleibol Teruel igualar el 2018 en el que logró un triplete histórico. De momento retuvo la Supercopa y en este 2019 tratará de hacer lo mismo con Copa y Superliga. El Bada Huesca, por su parte, seguirá codeándose con los mejores de la Asobal. Los deportistas individuales tienen ante sí grandes desafíos después de un 2018 que estuvo cargado de éxitos internacionales en kárate, pádel y ajedrez. Un nuevo año especialmente importante para ellos por ser preolímpico, en el que hay que sumar puntos y apoyos con vistas a Tokio. Será también año electoral, con lo que eso puede influir en las subvenciones y ayudas públicas a los clubs y deportistas de élite aragoneses. Además, el gobierno regional tiene ante sí la tarea de desarrollar la Ley del Deporte recién aprobada. Por lo demás, el año empieza con el Mundial de balonmano en Alemania y Dinamarca, en marzo arrancará la clasificación para la Eurocopa 2020 y el deporte empezará a pensar en clave olímpica.