Los presidentes de Murcia y Valencia rechazaron y criticaron ayer con dureza las alternativas al trasvase del Ebro ofrecidas por la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona. Ni los 2.209 millones de euros de inversión totales para el litoral, ni los 554 hectómetros cúbicos prometidos para el Levante (la mitad de lo que estimaba el PP como caudal trasvasado y lo mismo que el PSOE citó ayer como una cifra "realista" para la trasferencia) satisficieron las expectativas de Murcia y Valencia que calificaron la solución de "insuficiente" y "provisional", informó Efe .

Fue el saldo final de una jornada maratoniana de reuniones en el Ministerio de Medio Ambiente. Un encuentro triangular que tuvo en Narbona y en los presidentes de Murcia y Valencia, Ramón Luis Valcárcel y Francisco Camps, a sus principales protagonistas.

La ministra explicó a ambos y consecutivamente una solución para el Levante basada en tres pilares: ahorro, reutilización y desalación. Además, reiteró la inviabilidad del trasvase del Ebro por no garantizar la aportación de los hectómetros previstos y porque el coste del metro cúbico sería insostenible.

Y es que, según los datos de un informe de revisión hecho público ayer por Medio Ambiente, los usuarios no podrían recibir más de 620 hectómetros cúbicos al año si se quieren asegurar los caudales ambientales en el Delta del Ebro y la capacidad de regulación de los embalses de Mequinenza y Ribarroja, mientras que el PP proponía un trasvase de 1.050 hectómetros cúbicos. Además, el precio del agua se situaría en torno a 91 céntimos de euro (frente a los 39 que vaticinaban los populares).

LAS SOLUCIONES Un conjunto de actuaciones urgentes para la cuenca del Segura que permitirá una aportación de 294 hectómetros cúbicos por año y unas inversiones que ascienden 1.219 millones de euros, a cambio del trasvase. Esta fue la oferta que Narbona lanzó al presidente murciano a quien explicó que estos recursos se lograrían mediante la puesta en marcha de medidas de ahorro, modernización de regadíos, reutilización y construcción de varias plantas de desalación.

Algo similar a la solución que se plantea para la Comunidad Valenciana. Allí, Narbona promete llevar 340 hectómetros cúbicos, de los que 240 son para la cuenca del Júcar y otros 100 para la del Segura, lo que supone "más agua" que la prevista en el trasvase que era de 315 hectómetros cúbicos para el Júcar.

Las actuaciones urgentes que propone el Gobierno están basadas en la desalación, para lo cual prevé la construcción de varias plantas en ambas comunidades, en la mejor gestión de la demanda, ahorro, modernización de redes y reutilización.

La ministra avanzó que está previsto poner en marcha centros de intercambio de derechos del agua, paso previo a la creación de bancos públicos para la ordenación de las concesiones.

Por último, denunció "un uso descontrolado de las aguas subterráneas" en esta cuenca y el retraso en la instalación de desaladoras en los últimos 8 años.