El príncipe Naruhito aprovechó la mañana de ayer para disfrutar de los jardines de Aranjuez, que esta primavera lucen impresionantes. La visita privada concentró un recorrido por el Palacio Real y los jardines. El heredero del trono japonés quedó prendado con el parterre francés del jardín de la Isla, el jardín del Príncipe y con los fondos artísticos de la Casita del Labrador. Antes de probar las famosas fresas de Aranjuez, se dejó retratar por unos turistas que llegaban al palacio.