El retraso en la negociación del convenio colectivo de Opel España comienza a pasar factura al sector del automóvil aragonés. Decenas de empresas auxiliares están a la espera de que la compañía automovilística les comunique formalmente la asignación de contratos para la fabricación del nuevo Opel Corsa, que se producirá en la planta de Figueruelas a partir del último trimestre del 2019. La adjudicación de estas piezas, que ya se esperaba para el último trimestre del 2017, supone la paralización de inversiones por valor de más de 150 millones de euros, según apuntaron ayer fuentes del sector, si bien la cifra podría alcanzar hasta los 200 millones de euros.

Aunque no existe una relación directa entre el convenio colectivo de Opel España y la asignación de pedidos a las auxiliares para el Corsa, cada vez son más los que consideran que este asunto es una baza más en la negociación del pacto laboral entre la dirección y los sindicatos de Figueruelas. Sea como fuere, lo cierto es que hay decenas de compañías asentadas en la comunidad --Gestamp, Faurecia, Mann Hummel, Arcelor, Bosal, Lear y Cefa, entre otras-- que están pendientes de llevar a cabo inversiones para el desarrollo de estas piezas.

A ello se añade que existe ya cierta inquietud entre las empresas auxiliares, ya que los plazos son cada vez más cortos y poner en marcha la fabricación de piezas para un nuevo modelo cuesta entre 12 meses y un año y medio. Tanto es así, que si en los próximos tres meses no hay una comunicación de quién fabricará cada pieza del Corsa será difícil cumplir con la fecha prevista de lanzamiento.

La adjudicación de pedidos, sin embargo, no supondrá un incremento de la contratación en los proveedores, ya que el empleo en estas empresas crece en función del incremento productivo de los fabricantes. En este caso, la fabricación de Opel repuntó el 6% en el 2017 hasta superar las 382.000 unidades, lo que tuvo su reflejo en la contratación. No obstante, el sector, cada vez más diversificado, tiene una menor dependencia de Opel España, aunque la multinacional sigue siendo uno de los ejes de la actividad del automóvil en Aragón.

MÁRGENES

Es por ello, que algunas de las firmas auxiliares también se encuentran a la espera de conocer las exigencias de PSA, nuevo dueño de Opel, en relación a los márgenes con los que van a trabajar con el grupo galo. Muchos de ellos temen un ajuste de precios para satisfacer la petición de PSA de ahorrar alrededor de 700 euros por vehículo, tal y como recoge la compañía en su plan estratégico.

En este sentido, los sindicatos ya han advertido de que la rebaja de las condiciones laborales en Opel España se trasladará al resto del sector, lo que podría reducir los salarios de los trabajadores. Por lo pronto, la plantilla de Lear ya aceptó una caída del salario de entre el 3,5% y el 4,5% y una mayor flexibilidad. Todo ello para competir por la adjudicación de los asientos del Corsa y así evitar el cierre, previsto para 2019.