La red de carreteras de Aragón lleva desde el pasado domingo con interrupciones y vías cerradas. Si hasta la llegada de la ola de frío a la península Huesca fue la gran perjudicada por la nieve y el riesgo de aludes, ayer se sumó Teruel al parte de incidencias. En este caso, fue el hielo el principal problema. Solo el cierre de la A-23 desde Teruel hasta Castellón afectó a más de 400 camiones que vieron interrumpido su viaje hasta el mediodía. La DGA desplegó 49 quitanieves en toda la comunidad.

El manto blanco sorprendió a los conductores más madrugadores. Más de un centenar de vías requerían de cadenas para poder circular, entre ellos la carretera entre La Puebla de Valverde y Formiche Alto, o algunas de las Cuencas Mineras. Por la mañana, solo las carreteras turolenses sumaban un total de 69 incidencias. A última hora de la tarde había 44.

Desde el punto de la mañana se prohibió la circulación en cinco carreteras y en el resto solo se permitía el paso de turismos. Nada de autobuses ni vehículos articulados.

PASOS FRONTERIZOS

Desde las 6.20 horas se vetó el tráfico de camiones en la A-23. Hasta las 11.40 de la mañana no se abrió al tráfico. Los camiones permanecieron estacionados a la espera en tres puntos diferentes de la autovía: en la entrada de la capital turolense, en el kilómetro 92 y en el 78.

A la espera estuvieron también en la N-232, donde se produjeron salidas de vía como consecuencia de las placas de hielo. Diversas incidencias sufrieron también los conductores que circularon por la AP-68.

La buena noticia de ayer fue que se volvió a abrir el acceso a Francia por el puerto de Somport. Solo para turismos y vehículos pesados de menos de 7,5 toneladas. El resto de enlaces con el país vecino se mantienen cerrados desde el domingo por riesgo de avalanchas. También el acceso a Formigal seguía cerrado. Sí que se reanudó el tráfico, aunque solo para turismos, en Cerler o Panticosa. Lo mismo ocurría en Canfranc, Cerler y el valle de Hecho.

En la provincia de Zaragoza el punto más conflictivo se produjo en la AP-2, a la altura de Bujaraloz, en dirección Barcelona, aunque a lo largo del trazado hubo otros cortes en la comunidad catalana. Esta vía se mantuvo intransitable desde las 09.26 horas de la mañana hasta las 13.00 horas. Para acceder a Fraga desde la autovía A-2 se recomendó usar la salida correspondiente a la carretera de Mequinenza al ser más llana y no tener los cambios de rasante. La carretera de Novillas también estuvo cortada al tráfico, en este caso por la crecida del Ebro.

El uso de cadenas fue necesario en la A-2501, entre Campillo y Deza; en la A-2101 entre Botorrira y Fuendetedos y en la A-222 entre Zaragoza y Monzalbarba. Aunque las máquinas quitanieves trabajan sin descanso, se recomienda prescindir del vehículo o llevar cadenas.