La Conferencia Episcopal Española (CEE) difundió ayer una declaración de condena de los atentados en la que se recuerda que, como se recoge en la instrucción pastoral del episcopado sobre el terrorismo de noviembre del 2002, "nunca puede existir razón moral alguna para el terrorismo" y "no debe haber duda ni vacilación ninguna a este respecto" y, por lo tanto, "no es moralmente posible el trato político con ETA, ni directo ni indirecto".