La no aprobación de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) deja en situación comprometida alrededor de 120 millones para Aragón, aunque la cifra precisa es difícil de calcular, si es que es posible.

El proyecto de PGE presentado suponía un aumento de unos 30 millones de euros respecto al definitivamante aprobado el año pasado (eran 44 millones más que el primer proyecto del 2018, antes de enmiendas), el que por lógica sería prorrogado.

Pero a estos 30 millones de menos habría que sumar otros que quedan por ahora en el limbo, ya que al no haber presupuestos ni Gobierno constituido no se podrían tramitar. Es el caso de las partidas cofinanciadas por los Gobiernos central y autonómico -como el Fondo de Inversiones de Teruel, por ejemplo-, que según fuentes del Gobierno autonómico sumarían entre 93 y 94 millones de euros para este año.

Así se alcanzan los 120 millones de euros, aunque también habría que sumar las aportaciones estatales derivadas de las conferencias sectoriales (de Sanidad, Justicia, Empleo, etc.), que no están cuantificadas. El año pasado, solo entre las conferencias y las partidas cofinanciadas Aragón se jugaba 114 millones de euros, aunque al final hubo cuentas.

En cualquier caso, estas últimas partidas serían susceptibles de ser aprobadas igualmente sin presupuesto por otras vías como el decreto-ley, hipotéticamente. No así las inversiones de la parte autonómica del presupuesto, para las que hay menos margen de maniobra.

AFECCIÓN RELATIVA / Las afecciones de la prórroga presupuestaria, en cualquier caso, hay que cogerlas con pinzas por muchos motivos. En primer lugar, porque ninguna de estas partidas constituyen las principales vías de financiación de la comunidad autónoma, que seguiría contando con los impuestos o los fondos europeos, entre otros.

En segundo, porque la pérdida real de dinero respecto a otros ejercicios habría que medirla en realidad por la ejecución presupuestaria (el dinero que se llega a gastar de la partida que había teóricamente reservada para una actuación o infraestructura), y esta siempre es mucho más baja que la previsión, particularmente en partidas plurianuales.

Así pues, resulta casi imposible establecer a priori qué consecuencias tendrá la no aprobación de los presupuestos en Aragón. En su última comparecencia en la Comisión de Hacienda de las Cortes de Aragón, el consejero del ramo, Fernando Gimeno, se mostraba de lo más tranquilo respecto a las cuentas de la comunidad autónoma, igualmente prorrogadas para este año, y afirmaba que incluso podía ser beneficioso al estar los gastos limitados pero preveer un incremento de ingresos para el 2019.