"¡Que nos tienes muy olvidados!". "Nos has abandonado". Expresiones de este corte fueron las que más escuchó ayer Luisa Fernanda Rudi en su visita al Mercado Central de Zaragoza, donde acudió para --según explicó a una ciudadana "cumplir con el ritual"--. Y cumplió. Habló con cuantos se le dirigieron, ensalzó el generó, lamentó que el ajetreo actual no permita acudir con más frecuencia a estos establecimientos y recibió frutas y hortalizas como regalo.

A Rudi la esperaba un nutrido grupo de cargos y militantes del PP cargados de caramelos, lapiceros, chocolates y folletos que piden el voto. Y de claveles blancos que habían sacado de no se sabe dónde dos voluntarias, que transportaron con gracia un enorme cubo cargado de flores.

Entraron en tropel al mercado, donde el director, Valentín Cantalapiedra, les hizo los honores de visita guiada. Por aquí, por allá. Un pasillo y medio, en total.

Hubo quien no prestó atención y quien no quitó ojo. Hubo quien pidió más claveles si le dieron lápices y lápices si caramelos. Y también quien pidió a Rudi una fotografía dedicada. Se la pasó la candidata explicando a los comerciantes que ya no es alcaldesa. Y que no se ha despegado de la capital aragonesa. "Yo trabajo en Madrid, pero vivo aquí", repetía una y otra vez.

Paseo tranquilo y acogedor que no evitó algunas alusiones al agua. "Trasvase, no", surgió una voz. "¿No queréis trasvase?", replicó el exedil José Luis Santa Cruz, fiel a todo sarao de su exalcaldesa.

Y un ciudadano, apoyado sobre un mostrador, que lanzó a Rudi un mensaje en clave: "A no equivocar los papeles, que estamos aquí". La dirigente popular sonrió a medias. Y lo hizo del todo cuando le regalaron una caja de fresas y unos tomates, a pesar de que se notó su apuro ante semejante oferta no electoral.