El embalse de La Loteta se pensó para el regadío. Pero al recuperarse el sueño de hacer llegar a Zaragoza agua de Yesa, La Loteta pasó a ser un almacén intermedio. Ambas obras están unidas por el abastecimiento a la capital. La UE se hizo un lío y amenazó con no financiar obras con derecho a fondos.