Desde ayer es posible desplazarse entre Zaragoza y El Burgo de Ebro por autovía, después de que quedara inaugurado el desdoblamiento de la carretera nacional 232, ahora llamado A-68. El ministro de Fomento, Francisco Alvarez Cascos, abrió una infraestructura que ha estado en obras 29 meses, menos de lo previsto, y que ha supuesto una inversión de 25,3 millones de euros.

Uno de los ejes más demandados en la comunidad (básico para la capital aragonesa y para los municipios que jalonan la N-232) vivió una jornada inaugural con presencia de numerosas autoridades. Junto a Cascos, realizaron el primer viaje por la nueva autovía el consejero de Obras Públicas, Javier Velasco, los alcaldes de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, y de El Burgo, Jesús Martínez, y el delegado del Gobierno en Aragón, Eduardo Ameijide, así como numerosos diputados y concejales del PP.

El desdoblamiento se inició en 1999 y se ha llevado a cabo en 29 meses, uno menos de lo previsto si se tiene en cuenta el primer plazo previsto y siete menos si se cuenta la ampliación de fechas derivada de una modificación de proyecto. Lo cierto es que esta autovía se iba a abrir al tráfico en junio del próximo año y es operativa desde ayer.

La obra ha exigido un esfuerzo suplementario porque se ha ejecutado aprovechando la vía existente con su abundante tráfico rodado y, sobre todo, porque ha sido necesario desviar múltiples servicios (luz, agua, gas...) en una zona densamente poblada por viviendas e industrias.

El ministro resaltó que esta actuación es "un marco de referencia" del Ministerio de Fomento, que pretende "cumplir" sus plazos o "anticiparse" a ellos. Cascos también señaló que la actuación, hasta 1999, "era una infraestructura muy importante y de gran prioridad que se venía retrasando".

El alcalde de El Burgo se mostró satisfecho por el nuevo eje, "después de tantos años de reivindicación y de dos más de sufrir las obras". Jesús Martínez consideró que la actuación no sólo mejorará las comunicaciones y el desarrollo de las industrias de la zona, sino que --sobre todo-- será "fundamental" para aumentar la seguridad viaria.

LA RECLAMACION No obstante, demandó más celeridad con la variante de El Burgo, aún pendiente, pues advirtió que hay un serio peligro para los vecinos en una vía rápida de dos carriles por sentido que se convierte en carretera convencional a las puertas del municipio.

El ministro también se pronunció sobre la posibilidad de prolongar el desdoblamiento más allá de El Burgo en dirección a Alcañiz, otra reivindicación aragonesa que --por el momento-- descartó. Indicó que de forma "prioritaria" se van a acometer las variantes de El Burgo, Fuentes y Alcañiz, previstas en una "primera fase". Y señaló la necesidad de planificar los siguientes pasos a dar. "No se puede improvisar por temas de voluntad política o de disponibilidad económica", consideró.