A pesar de lo limitado de las ayudas públicas, el tercer sector en Aragón ha recuperado la vigencia de antes de la crisis. Para seguir avanzando en la materia desde la Federación Aragónesa de Solidaridad (FAS) piden la redacción de una nueva ley aragonesa de cooperación al desarrollo, que se adapte «a los nuevos retos de la pobreza, la desigualdad y el cambio climático a nivel internacional». Además, realizan una serie de recomentaciones para mejorar el modelo actual. Estas son algunas de ellas:

CALENDARIO: Que cada administración proceda al establecimiento de un calendario hacia el 0,7 %, coherente con la realidad y el contexto de cada una de ellas, sin olvidar las necesidades de los países en crisis permanente.

MÁS PACTOS: La suscripción y cumplimiento de pactos por la cooperación al desarrollo por los partidos políticos con representación en las distintas administraciones, siguiendo el modelo logrado en los ayuntamientos de Zaragoza (2017) y Teruel (2015),

TRANSPARENCIA: Avanzar en la transparencia de la información sobre la ayuda oficial al desarrollo haciendo públicos los baremos de las subvenciones de concurrencia competitiva y publicando las resoluciones motivadas de las subvenciones en el Boletín Oficial.

PÁGINAS WEB: Publicar en la página web de cada administración las convocatorias y resoluciones de las subvenciones de concurrencia competitiva, las subvenciones nominativas (convenios) y la información de la cooperación directa, tanto del año en curso como de años anteriores.

FAVORECER LA UNIÓN: Desde un punto de vista más técnico, las oenegés piden igualemte que los límites presupuestarios se establezcan sobre el máximo importe que pueda recibir una organización en una convocatoria, y no en el número ni tipo de proyectos ni en el monto económico de cada proyecto individual, de modo que tengan cabida diferentes propuestas, más grandes o más pequeñas, respondiendo a las necesidades diferentes que cubre cada una. Esto permitirá favorecer la presentación de proyectos en consorcio, ya que hasta el momento el Gobierno de Aragón penaliza de forma indirecta este tipo de actuaciones conjuntas, algo que también sucede con la planificación de educación para la ciudadanía.

MODELOS UNIFICADOS: Como denuncian en el grueso del informe, la mayoría de las instituciones aragonesas no dedican nada a ayuda oficial al desarrollo, sobre todo aquellas con presupuestos más pequeños. A este respecto, desde la FAS y el resto de agentes involucrados dicen entender la complejidad que tiene el análisis y seguimiento de los proyectos, algo que es una rémora para ellas por la carga administrativa que supone. Por ese motivo, reclaman avanzar en la creación de un modelo de bases reguladoras de convocatorias de subvenciones que, de un modo armonizado, pueda servir de recurso para este tipo de administraciones

CRITERIOS SIMPLES: Las oenegés también animan seguir las directrices fijadas por la Guía para la armonización de criterios para convocatorias públicas de subvenciones de las entidades de cooperación descentralizada para proyectos de cooperación y educación para el desarrollo, publicada por la red de coordinadoras autonómicas de oenegés, la cual marca algunas pautas útiles dotadas de un consenso a nivel nacional en el sector.

ACTUALIZAR TÉRMINOS: Y aunque pueda parecer una cuestión menos, desde la FAS recomiendan que la expresión tercer mundo que aún figura en las convocatorias de Andorra o Binéfar sea sustituida por términos «más acertados y actuales» como puedan ser países en vías de desarrollo.