Barack Obama ya está de vacaciones. Una vez culminada la toma de posesión de Donald Trump como 45º presidente de EEUU, el ya exmandatario y la ex primera dama. Michelle, se han montado por última vez en el helicóptero presidencial, estacionado a los pies del Capitolio, con destino a la base aérea de Andrews, en las afueras de Washington. De ahí vuelan a Palm Springs (California), para tomarse unos días de descanso en familia. El presidente Trump y su esposa, Melania, han acompañado hasta la escalerilla a sus predecesores para despedirles, minutos después de la ceremonia de investidura. Una vez en Andrews, los Obama han protagonizado un último acto de despedida con personal de la Casa Blanca, asesores y amigos, a los que el expresidente ha agradecido que hayan demostrado «el poder de la esperanza». «Nuestra democracia no son los monumentos o los edificios, sois vosotros», ha dicho el expresidente, quien se ha despedido con el que fuera su lema en la campaña que le llevó hace ocho años a la Casa Blanca: «Sí, se puede. Sí, pudimos».

Los mandatarios salientes suelen hacer un último vuelo en el avión presidencial, en este caso a California, cuando ya han dejado formalmente el cargo, pero aunque el aparato sea el mismo no tiene la consideración formal de Air Force One, ya que solo se le llama así cuando viaja en él el presidente en ejercicio. Así, el último vuelo de Obama en el Air Force One fue el del pasado 10 de enero a Chicago para pronunciar su discurso de despedida.

Mientras, el ya exvicepresidente Joe Biden y su esposa, Jill, regresaban a su casa en Delaware en tren desde Washington.

En Twitter, Obama había dejado en su nueva cuenta, @POTUS44, una serie de mensajes de despedida. «Ha sido el honor de mi vida serviros. Vosotros me habéis hecho mejor líder y mejor persona», señalaba en el primero. En el siguiente, afirmaba: «Yo no voy a parar. Estaré allí con vosotros como ciudadano, inspirado por vuestras voces de verdad y justicia, de buen humor, y amor».

En un tercer mensaje, invitaba a los ciudadanos a compartir con él sus ideas e inquietudes en la web de la fundación Obama, . Y en el último, toda una declaración de principios. «Todavía te pido que creas. No en mi habilidad para traer cambios, sino en la tuya. Yo creo en el cambio porque creo en ti».

En un vídeo colgado asimismo en la web de la futura fundación, el matrimonio Obama anunciaba que se iba a tomar estas vacaciones pero aprovechaba para pedir propuestas e ideas - «dinos qué quieres que hagamos»- para el centro,,que tendrá su sede en Chicago y que el expresidente quiere que se convierta en «un centro de ciudadanía».

A todo ello, la que sí tiene ya claro su futuro inmediato a la vuelta de vacaciones de la familia Obama de estos días es su hija mayor, Malia, quien trabajará a partir de febrero en Nueva York como becaria en la productora de cine The Weinstein Co., según informó el medio especializado The Hollywood Reporter.

La joven, de 18 años, comenzará el próximo otoño sus estudios en la Universidad de Harvard, después de haber disfrutado de un año sabático en el que tenía previsto viajar a España y que finalmente no hizo.