Las distintas ofertas existentes en el mercado eléctrico liberalizado ofrecen rebajas de recibo similares a un minúsculo rayo de luz. Apenas entre un euro y tres al mes pueden ahorrarse las familias. Es una rebaja simbólica teniendo en cuenta que no hay solo comercializadoras de las cinco grandes eléctricas (Endesa, Iberdrola, Gas Natural, la filial de la alemana E.on y la de la portuguesa EdP), sino otras independientes. El problema es que la referencia para todas es la tarifa regulada, parte de la cual se fijaba, hasta diciembre, en una subasta que fue anulada por el Gobierno para evitar un alza del 11%.

El regulado es un precio difícil de batir, ya que las comercializadoras del mercado liberalizado tienen un margen muy estrecho. Las que son filiales de las grandes eléctricas tienen mayor margen de maniobra. "La tarifa regulada es la que les da cobertura en el mercado", explican los especialistas. Muchas veces, el precio que ofrecen es mayor que la tarifa regulada, pero con servicios adicionales.

LEER ANTES DE FIRMAR En la actualidad, un total de 9,2 millones de usuarios tienen contratos de abastecimiento en mercado libre, alrededor del 37% de quienes están por debajo de los 10 kilovatios (Kw) de potencia contratada, el tope fijado para poder acogerse a la tarifa regulada. Antes de decidir pasar a un contrato de libre mercado es esencial "pedir que lo envíen en papel para leerlo con atención antes de firmarlo", recomiendan la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y las asociaciones de usuarios.

Un hogar con una potencia contratada de 3,3 kilovatios (Kw) y 3.000 kilovatios por hora de consumo anual y la tarifa que tienen 15,1 de los 15,8 millones de usuarios que tiene la tarifa regualda (la 2.0A) podría ahorrarse 1,47 euros al mes o 17,64 euros al año con la oferta más competitiva a fecha de ayer, la One Luz que ofrece Endesa, sin servicios adicionales, según el comparador de ofertas de la CNMC.

En una misma ubicación, pero con una potencia de 6,6 Kw y un consumo de 6.000 Kwh al año, el ahorro es de 2,95 euros al mes o 35,29 al año. Existe la posibilidad de acogerse a paquetes de luz y de gas, que abaratan ligeramente la factura que se pagaría por separado. Pero puede que el precio del segundo año de contrato sea superior.

CAMBIO DE ESCENARIO EN ABRIL Los perfiles de quienes dan el paso de la tarifa regulada a la libre van desde los que quieren cambiar de compañía porque no les gusta hasta quienes buscan ahorros. Lo importante es saber que se deja de tener la cobertura de unos precios regulados. Pero a partir de abril, el escenario cambiará incluso para quienes tienen la tarifa regulada, ya que pasarán desde pagar precios horarios quienes tienen un contador digital hasta poder acogerse a una tarifa anual que las compañías deberán ofertar obligatoriamente. La mayoría de los usuarios tienen aún medidores analógicos, ya que el cambio del parque se alarga hasta el 2018.

Asociaciones de consumidores han denunciado que buena parte de los usuarios que eligen el mercado libre pagan más, pues en el nuevo contrato, muchas veces dual (de gas y electricidad), las comercializadoras les incluyen servicios que la mayoría no necesita. Eso si es que no han hecho el cambio sin saberlo.

Tras la última reforma, el término de potencia --la cuota que se paga por los KW contratados, se usen o no-- supone la cuarta parte de lo que paga el usuario en un recibo medio. Ese componente ha subido el 70% en un año. Cada Kw de potencia contratada cuesta casi 50 euros euros al año y la potencia que se contrata es decisión del cliente. Reducirla cuesta unos 11 euros, a no ser que la compañía, que debe hacer el cambio en cinco días, exija un estudio del estado de la instalación. Una fórmula sencilla para determinar la potencia necesaria consiste en sumar los dispositivos con mayores potencias y añadirles 1Kw. Luego se divide por tres porque no todos funcionan a la vez.