Que el inicio del curso 2004-2005 sea tranquilo no significa que la consejería tenga que acabarlo con buena nota. La experiencia demuestra que los problemas larvados se desarrollan y estallan conforme se acerca el final de las clases. Las zonas saturadas o el aumento considerable de los escolares en la etapa de Infantil son indicio de que Aragón crece, pero también de que la Administración debe ir pensando en buscar soluciones. Ojo avizor. *Periodista