La ola de calor más larga desde que hay datos registrados y que ha batido el récord de temperatura máxima con los 44,5° registrados ayer a las 17.30 horas en el aeropuerto de Zaragoza, ya ha tenido repercusiones a nivel hospitalario. Ha provocado cuatro ingresos en centros aragoneses y más atenciones en Urgencias por afecciones causadas por altas temperaturas que a lo largo de todo el pasado verano, cuando se registraron 35 casos. De momento, desde el pasado 1 de junio ya se llevan atendidos 47.

Los más afectados por esta histórica ola de calor son enfermos crónicos, ancianos y niños, aunque los dos primeros grupos habrían protagonizado los episodios más graves debido al empeoramiento de patologías previas, como cardiopatías, a consecuencia de temperaturas superiores a los 40 grados que se han producido, principalmente, desde el comienzo del mes de julio --sobre todo los días 2 y 5-- aunque el 29 de junio también se registraron casos de atenciones en Urgencias. "Se están dando más casos que el año pasado por problemas directamente relacionados con el calor, como complicaciones directas de patologías, pero también por hacer deporte a unas horas con temperaturas muy altas o estar expuesto a ellas en el trabajo", indicó Javier Povar, presidente de la Sociedad de Urgencias y Emergencias de Aragón.

ADVERTENCIAS

En todo caso, los médicos advierten de que lo peor puede no haber pasado. Las previsiones indican que, aunque los termómetros bajarán en el Valle del Ebro durante las próximas 48 horas hasta diez grados, la ola de calor se prolongará después de forma indefinida. "Tenemos la sensación de que vamos a ver a más pacientes con patologías agravadas por esta ola de calor, ya que, a excepción de casos provocados por el ejercicio, los cuadros aparecen unos días después", explica Pedro Parilla, jefe de Urgencias del hospital Royo Villanova de Zaragoza que, advertía que el golpe de calor puede llegar a ser mortal "por complicaciones derivadas que provocan fallo renal y un círculo de riesgo que puede ser fatal".

SÍNTOMAS

Entre los síntomas asociados a un problema serio provocado o agravado por las altas temperaturas se incluyen mareos, bajada de tensión, disminución del nivel de conciencia --debido a que la concentración de líquidos baja y el flujo cerebral empeora--, insuficiencia respiratoria o piel seca.

Se impone extremar las precauciones porque Aragón está ante la ola de calor más larga de la historia. El máximo hasta ahora estaba en 16 días, en la que tuvo lugar del 30 de julio al 14 de agosto en 2003. Según informaron desde la Agencia Estatal de Meteorología en Aragón (Aemet), se puede considerar que esta ola de calor comenzó el pasado 22 de junio. A día de hoy, ya son 17 los días consecutivos en alerta y, a pesar del respiro de 48 horas que se vivirá solo en el Valle del Ebro por la llegada del cierzo durante hoy y mañana, los termómetros seguirán en torno a los 40° al menos hasta el domingo. Y, avisan desde Aemet, que no hay razones para pensar que las altas temperaturas vayan a remitir a partir del domingo.

Además de batir el récord histórico de julio y la máxima absoluta de la serie histórica con los 44,5° registrados ayer en Zaragoza, el inicio de verano más caluroso de los últimos 40 años se caracteriza, según la Aemet, porque las temperaturas mínimas alcanzan máximos históricos. En las Cuencas Mineras, por ejemplo, las mínimas en la madrugada del martes se quedaron en 28° y en el Pirineo en 20°.