El consejero de Sanidad del Gobierno aragonés, Ricardo Oliván, aseguró ayer que el desarrollo de la operación Pharmakon no generará problemas de abastecimiento de medicamentos ni en Zaragoza ni en las zonas rurales donde han sido cerradas farmacias implicadas en el presunto fraude investigado.

Oliván subrayó que la Guardia Civil informa previamente a su departamento de los pasos que van a dar contra establecimientos farmacéuticos a fin de evitar los referidos problemas aunque admitió que el inconveniente que plantea el cierre de alguna farmacia en Zaragoza no es el mismo que se plantea en pequeñas poblaciones rurales que solo disponen de un único establecimiento de distribución de medicamentos. "No obstante --añadió--, desde la Dirección General de Planificación, como se conoce con antelación las farmacias sobre las que se va a actuar, se toman las medidas para evitar problemas de abastecimiento".

Entre las medidas adoptadas, el consejero se refirió a la reorganización de las guardias y el establecimiento de contactos con farmacéuticos de poblaciones cercanas a los pueblos con las dispensarios intervenidos para que atiendan a sus vecinos.

En relación a la investigación, afirmó que desde su departamento se interpuso una denuncia "cuando tuvimos sospechas de que pasaba algo" y añadió que "a partir de ahí se ha producido una investigación y se han descubierto cosas que no tenían nada que ver con nuestras primeras sospechas, y la Guardia Civil entiende que hay una cuestión que hay que atajar".

Tras el cierre, ayer, de la farmacia en Vera de Moncayo, la activación del protocolo habitual para las clausuras de urgencia de una botica no se pondrá en marcha hasta que el juez tome una decisión. "Pero ya estamos hablando con farmacias de los pueblos de alrededor para tenerlo todo preparado", aseguraron.

Sanidad contacta con los ayuntamientos para solicitar un local en el que se pueda crear un botiquín de urgencia y establece una "vinculación provisional" con farmacias de poblaciones cercanas.