La negociación del expediente de regulación de empleo (ERE) en Opel no será sencilla. El grupo PSA apuesta por reducir los 461 puestos de trabajo de aquellos empleados que llevan más tiempo en la empresa. E insiste en hacerlo a través de la extinción de contratos, es decir, despidos directos. La dirección se niega a aplicar el contrato de relevo, lo que garantizaría un puesto de trabajo estable (4 años de duración) para los jóvenes que van a sustituir a las personas que salen de la factoría. «No podemos garantizar contratos de cuatro años de duración», afirma la compañía en un escueto comunicado tras la reunión mantenida con los representantes sindicales.

Por tanto, el segundo encuentro concluyó sin grandes avances, aunque sirvió para que PSA detallase su propuesta económica. La compañía plantea que aquellos que cumplan 61 años y seis meses dejen la factoría con 18 meses de salario bruto y antigüedad, mientras que para los que tengan 62 años, la indemnización sería de 12 meses de sueldo bruto y antigüedad. Este es otro de los escollos de la negociación, puesto que los sindicatos ya han trasladado que quieren las mismas condiciones que se suscribieron en el 2019, es decir, dos años de salario bruto. Además, insisten en que las salidas sean lo más cercanas posibles a los 61 años.

El ERE que plantea Opel tiene como objetivos principales elevar la competitividad de la factoría aragonesa y reducir los costes estructurales (los empleados más mayores se sustituyen por jóvenes con un salario inferior). Así, la filosofía de la multinacional pasa por contratos a jóvenes de seis meses prorrogables a otros seis. Una vez transcurrido ese periodo vuelven al desempleo si no son contratados como indefinidos. La fórmula ya se aplica en PSA en Francia, donde la empresa suma 6.000 empleados contratados a través de ETT. Y lo mismo ocurre en en Vigo.

Pero los sindicatos no están conformes. Quieren contrato de relevo, más estabilidad y que se apliquen contratos de obra y servicio para que el trabajador pueda permanecer el tiempo que dure una tarea. «No hay razones para apostar por una mayor temporalidad”, dice Chema Fernando (CCOO). Su homólogo en UGT, José Carlos Jimeno, espera que PSA «recapacite» y «deje de ser cicatera». De lo contrario, «no firmaremos ningún ERE», avisa.