El reparto de los fondos públicos siempre deja descontentos. Y ante los presupuestos aprobados por el Gobierno de Pedro Sánchez los grupos políticos de la oposición aragonesa han sido unánimes: a pesar del aumento porcentual de más de un 30% frente a las cifras del 2018, el que comunidades autónomas como Cataluña tengan previsto un aumento de sus ingresos del 52% ha sentado francamente mal. «Estamos ante los presupuestos de la desigualdad ya que por primera vez se han hecho para mantenerse en un sillón de forma que los ganadores han sido los independentistas», aseguraron desde las filas del Partido Popular.

La portavoz de Podemos, Marta Prades, tampoco se mostró conforme con la distribución actual de las cifras. «Nos defraudan en lo que respecta a Aragón», aseguró. La diputada consideró, además, que ha sido el propio presidente de la DGA, Javier Lambán, el que no ha sido capaz de poner sobre la mesa las necesidades de la comunidad. «No tenemos partidas que mejoren la vida de los aragoneses, pues no se ha sido valiente en las reivindicaciones», resume.

Desde Podemos ven insuficientes los apartados dedicados a la reapertura de Canfranc o al impulso del corredor cantábrico-meditarráneo. Y señalaron que les llama la atención que no existan partidas suficientes para la N-232 al considerar que afecta «directamente» a la ciudadanía, pues es uno de los puntos negros de la red viaria.

Por otro lado, «en una visión general» creen que las cifras han dado «un giro favorable respecto a las cuentas que presentaba Mariano Rajoy», según Prades, a pesar de que, en su opinión, aún queden pendientes asuntos como los permisos de paternidad o el control de los alquileres.

El presidente del PAR, Arturo Aliaga, consideró que el proyecto avanzado está redactado «a medida para Cataluña, Andalucía y Valencia para contar con su apoyo». Por eso afirmó que es «una injusticia» que en la lista de asignaciones, Aragón, que representa el 10% del territorio nacional, solo reciba «el 4,4% del montante total para las autonomías».

Otras críticas fueron el recorte en los fondos para los desdoblamientos y la falta de atención a comarcas en crisis como la de Andorra. La formación espera poder revertir esta situación en el proceso de enmiendas, igual que pasó con las anteriores cuentas.

El diputado por Zaragoza de Ciudadanos en el Congreso de los Diputados, Rodrigo Gómez, insistió en la misma idea del agravio comparativo, sobre todo al considerar que bajan «algunas partidas que son clave para Aragón, como son las inversiones en los tramos de la A-68, en la reapertura del Canfranc, o en la A-40 de Cuenca a Teruel».

Más sorprendente resulta el rechazo a esta cuenta expresado desde CHA, pues forman parte del Gobierno de Aragón junto al propio PSOE. Aunque el consejero de Vertebración del Territorio José Luis Soro no quiso atender a este diario, la secretaria general del partido, Carmen Martínez, evidenció que el nivel inversor «siempre es escaso» y también la ejecución final. «Da igual quien gobierne en Madrid, a los aragoneses siempre nos va mal», consideró al calificar de «ninguneo» la propuesta de Pedro Sánchez.

Finalmente, desde IU deploraron que Aragón no tenga peso Madrid. «Cada año en Aragón vemos las mismas partidas para los mismos proyectos e infraestructuras que, aunque son históricamente demandamos, nunca llegan a ejecutarse, por lo que nos mostramos escépticas», expresó la portavoz de la formación en las Cortes de Aragón, Patricia Luquin.