Mejorar los resultados en una noche electoral facilita mucho las cosas en un partido. Cuando las cosas vienen mal dadas los candidatos se atrincheran en sus despacho tratando de buscar explicaciones a un recuento hostil. No pasó nada de eso anoche en la sede electoral de Ciudadanos, estrenada hace poco más de un mes en la calle Pedro María Ric de Zaragoza. Los líderes pasearon entre los afiliados y con discurrir del recuento los nervios iniciales dejaban paso a la alegría explícita. Lo de lograr tres diputados y una senadora figuraba en pocas quinielas. Un éxito que celebraron con cava, efusión contenida y algún abucheo a unas bases del PSOE a las que se les escuchaba cantar desde una tele «Con Rivera, no» durante la intervención de Pedro Sánchez.

Durante casi una hora los interventores, afiliados y dirigente de Ciudadanos rozaron un segundo diputado por Zaragoza. El abrazo entre el candidato Rodrigo Gómez y la casi diputada Rosa Borderías en ese momento fue de órdago. De hecho, la noticia fue recibida con bastantes más gritos que el anuncio, este sí definitivo, de que obtenían una senadora.

Aunque no hubo música ni sintonías épicas, sí que hubo gritos de Vamos, Ciudadanos. Nuevos fichajes del partido para la campaña electoral como Víctor Serrano por el Ayuntamiento de Zaragoza como o el número tres a las Cortes de Aragón, José Luis Saz, se dejaron ver entre una militancia de base que en los últimos meses ha visto como la opción naranja logra posiciones. En unas semanas habrá nuevo recuento. Habrá que ver qué quinielas se imponen.