Las ordenanzas fiscales tienen que estar aprobadas antes del 25 de septiembre. Así lo adelantó ayer el vicealcalde de Zaragoza y concejal de Economía y Hacienda, Fernando Gimeno. En los próximos días comenzará a negociar con el resto de grupos. El vicealcalde precisó que la idea del equipo de Gobierno es la de mantener congeladas las tasas actuales, pero no cierra las puertas al resto de propuestas que opta por su rebaja. Eso sí, con una condición: si se propone la bajada de unos, que a cambio se sugiera la subida de otros. "Si bajamos los ingresos del presupuesto habría que decidir dónde reducimos el gasto, algo que no proponen los grupos", apuntó. Gimeno desmintió que se baraje la posibilidad de subir el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI). El PP puso sobre la mesa la condición de bajar el IBI para iniciar las negociaciones sobre las próximas ordenanzas fiscales. Esta era una de las premisas impuestas por los populares para sentarse a hablar junto a la rebaja, también, de las plusvalías.