La cumbre de hoy pone a prueba la capacidad organizativa de Zaragoza en este tipo de acontecimientos internacionales, a escasas fechas de la decisión sobre la ciudad que acogerá la Exposición del 2008. Si bien ambos acontecimientos revisten características muy distintas, es cierto que la imagen que se traslade hoy de la ciudad tendrá una gran proyección en España y Europa.

Así, la organización ha intentado cuidar hasta el último detalle, tanto en la reducción al mínimo de las molestias ciudadanas como en la atención a las delegaciones políticas y mediáticas de España y Francia.

En cuanto al primero de los objetivos, y pese al importante operativo de seguridad, se han adoptado una serie de medidas, como el desplazamiento de las delegaciones --a excepción de los presidentes-- en autobuses y microbuses, para evitar caravanas de coches oficiales que perturben el tráfico rodado, o el corte circulatorio de sólo dos calles .

El recinto del edificio Pignatelli, donde se celebrará el grueso de las reuniones y actos políticos, mantendrá la actividad administrativa y la apertura a los ciudadanos, con las limitaciones que vengan impuestas por motivos de seguridad, y también con la lógica disminución de trabajo propia del puente festivo. En cualquier caso, servicios fundamentales para la presentación y tramitación de documentos, como el registro, permanecerán abiertos.

En cuanto al tratamiento protocolario, se ha tenido en cuenta hasta la referencia histórica, de manera que cualquier alusión a Los Sitios de Zaragoza, que hace 200 años enfrentó a franceses y aragoneses, no moleste a la delegación gala. Por ejemplo, se ha procurado que ésta no ocupe el hotel Palafox --reservado para los españoles-- por las alusiones que el propio nombre del establecimiento hace a aquella guerra.

Respecto a los obsequios, el Gobierno de Aragón, en calidad de anfitrión, regalará a presidentes y ministros una colección de cuatro serigrafías que reproducen fragmentos del mural de Jorge Gay que decora la parte noble de la presidencia del Pignatelli y que aluden a la historia de Aragón y su vinculación con Europa. Las delegaciones también recibirán distintas publicaciones sobre la comunidad autónoma.

SIMBOLOS En todas las salas donde se celebran las reuniones sectoriales figuran como elemento fijo las tres banderas --española, francesa y europea-- mientras que la enseña de Aragón estará situada sólo en determinados espacios. Las de las comunidades autónomas invitadas ondearán en la sala donde está prevista la recepción por parte de Marcelino Iglesias y el encuentro con Zapatero.

Los presidentes dejarán constancia de su presencia en Zaragoza con las firmas en los libros de oro de la DGA, el ayuntamiento y las Cortes de Aragón. El contenido cultural de la cumbre estará centrado, además del recorrido por el palacio de la Aljafería, en la visita a la Seo, amenizada con la música del magnífico órgano de la catedral. El deán, Antero Hombría, recibirá a las autoridades, que también recorrerán la primera sala del museo de tapices.

La comida en la Aljafería se ha preparado con mimo, tanto en la distribución de las mesas circulares, que tendrán una composición similar a la de las reuniones sectoriales, como en el menú. Habrá comida sin sal para quien así lo solicite y pescado como alternativa a la carne.

Además, durante todo el día unidades medicalizadas distribuidas en las sedes de la cumbre cubrirán cualquier posible indisposición o contingencia.