La continuidad en Segunda, por mucho que el proyecto diseñado por Lalo Arantegui y con Natxo como apuesta fuera a dos años, va a traer de nuevo cambios. El primero, la salida del entrenador, que tiene un compromiso cerrado desde hace tres semanas con el Deportivo y la llegada de Imanol Idiakez, que ayer estuvo en La Romareda como el miércoles en Los Pajaritos, y que es la apuesta de Lalo, con un contrato que será más corto, un año y otro opcional, que el que firmó en su día Natxo. Y se esperan cambios en la plantilla, empezando por el adiós de Borja y quizá de Cristian y por el traspaso de algún jugador, con los canteranos Guti o Lasure en el punto de mira. La situación económica sigue siendo dura, con una deuda global de 83 millones y a terceros de 70, y el club ha movido hilos para buscar ayudas externas en los últimos tiempos, teniendo en cuenta que se activa ya el convenio de acreedores, con un primer pago el 2 de julio de 1,3 millones, aunque la cantidad a abonar a Hacienda es menor tras el acuerdo del verano pasado (1,2).

Aseguró Cristian Lapetra ayer la continuidad de Lalo Arantegui, con contrato en vigor hasta 2019. El director deportivo, cotizado tras su buena labor, estuvo en el punto de mira del Deportivo y el Espanyol aún lo tiene en su lista de candidatos, pero, salvo giro inesperado, no va a acabar apostando por él. Y Lalo se siente reconocido y querido en el club de su vida, de su corazón. Por no hablar de que la elección del entrenador ha sido suya plenamente, porque a Idiakez ya lo tenía en mente para el Huesca, como también a Natxo González.

Su intención es que tres cuartas partes de la plantilla siguieran. Quizá no llegue a tanto. No lo hará Borja, que jugará en Primera. En la élite había opciones de apostar fuerte por él, en una batalla muy dura para ficharlo. En Segunda es una quimera. Si renueva, seguirá en el Celta. Si no, el club gallego lo traspasará. Y no le faltan destinos: Espanyol, Girona, Betis, Alavés...

Cristian tiene un salario bajo y una cláusula de salida de medio millón. Se siente a gusto, pero tiene propuestas elevadas y es muy probable también su adiós. El Zaragoza le ha comunicado a Febas que le gustaría contar con él y el jugador lo ve con buenos ojos, aunque habrá que ver la posición del Madrid, que pretendía que diera ya el salto a Primera en la próxima temporada. Mientras, la llegada de Idiakez puede cambiar mucho la situación de Javi Ros, con una oferta a la baja y rechazada. Vinícius se va y Ángel, Alain o Alfaro es más que probable que no sigan, mientras que Toquero, de rendimiento irregular este curso, puede salir, lo mismo que Mikel González si le llega una oferta jugosa de fuera de España, aunque en este caso el club sí está contento con el nivel del defensa.

El límite salarial el próximo curso va a ser similar al de este año (5,6 millones). Quizá un poco mayor, aunque lejos, lejísimos, de Málaga, Deportivo y Las Palmas, que estarán por encima de 20 millones. Será, pues, muy difícil competir. Es probable que se haga algún traspaso. Guti y Lasure tienen cartel y candidatos en Primera, y por Eguaras, Verdasca o Papu también se puede obtener dinero. De todos ellos, lo previsible es que salga uno.

JEISON, AGUIRRE, GUAL...

Lalo tiene muchísimo trabajo adelantado en la plantilla y los fichajes. El colombiano Jeison Medina está cerrado con una cesión por dos años y el extremo del Rayo Diego Aguirre sería ya el segundo. Hay negociaciones muy encaminadas con Marc Gual (Sevilla Atlético) y gusta mucho Gonzalo Villar (Mestalla) para completar la medular y darle un relevo a Eguaras. Se buscará otro punta, un lateral zurdo y la posición del jugador o jugadores que puedan salir.

En lo económico, el Zaragoza ha mandado al limbo más de 35 millones, la distancia entre los 9,2 que tendrá por TV el curso próximo y los 45 que habrían llegado en la élite. La situación del club, con el convenio de acreedores sumándose al de Hacienda y con un nivel de deuda tan elevada, es difícil y afronta su sexta temporada en Segunda, la quinta con la actual propiedad, la Fundación Zaragoza 2032. Ningún escenario sobre una hipotética entrada de capital distinto puede descartarse en Segunda y desde luego las estrecheces económicas van a seguir existiendo. Subir a Primera habría supuesto un final mucho más rápido de la deuda.