Que prometer es gratis es tanto una maledicencia referida a los políticos como, a menudo y por desgracia, una gran verdad. La prueba es que campaña tras campaña se promete acabar con el paro, garantizar pensiones dignas y eliminar las listas de espera, y es evidente que, si el primero que lo prometió lo hubiera cumplido, no haría falta volverlo a prometer. En la pasada campaña, José Luis Rodríguez Zapatero, como hicieron sus rivales, desplegó un repertorio de promesas que apuntaban por dónde iría su acción de gobierno. Las urnas han querido que sea él el que tenga que demostrar a la ciudadanía lo que vale su palabra.