El dilema del PAR era medir la dureza. El enfado del miércoles al conocer las propuestas de la presidenta Luisa Fernanda Rudi se fue apaciguando conforme pasaron las horas hasta quedarse en una leve rabieta. El discurso del portavoz, Alfredo Boné, fue revisado con visto bueno de el líder, José Ángel Biel. Y ayer, a la hora de subir a la tribuna, las aguas estaban tan en calma, tal era el paraíso reinante entre los socios, que todo quedó en meros reproches. Los aragonesistas vinieron a decir que están contentos con el resultado de esta legislatura. Solo dos máculas: las desigualdades se han agrandado estos años y lo de reducir diputados, habrá que pensarlo. Sí, pero no. O al revés.

Boné puso en valor la estabilidad que su partido ha proporcionado al Gobierno. Aunque él mismo haya renegado en repetidas ocasiones durante estos años de este Ejecutivo y haya negado la conveniencia de formar parte de él. Pero ayer no tocaba decir esto. El discurso parecía más bien del cuño de Biel, que arriba se asomaba, serio, al debate.

Boné admitió que la legislatura ha sido "dura y complicada". "La crisis económica, con la terrible lacra del paro, ha sacudido los cimientos de la sociedad aragonesa", subrayó. Según el portavoz aragonesista, el objetivo del Gobierno del PP ha sido siempre "mantener el nivel del estado del bienestar". Ahora bien, "miles de aragoneses lo están pasando muy mal, están en unas condiciones inconcebibles". Y le advirtió a Rudi que los signos esperanzadores todavía no calan.

LOGROS El portavoz destacó logros del Ejecutivo autonómico como el Plan Impulso, la creación del fondo de inclusión social y ayuda familiar urgente o el refuerzo del Ingreso Aragonés de Inserción.

Reivindicó un mejor sistema de financiación porque el actual --que el PAR apoyó en su día-- es "insuficiente". "Aragón es la única comunidad con derechos forales que todavía no tiene un trato financiero adicional", recordó. En su opinión el Estatuto de Autonomía es una herramienta "magnífica" para obligar a Madrid a invertir en el desarrollo de Aragón.

Lamentó que infraestructuras como los desdoblamientos, el Canfranc o la TCP apenas hayan avanzado --más bien nada-- en los últimos años. Destacó, eso sí, todo lo que se ha conseguido con la Comisión Bilateral: la mejora de las inversiones en los Presupuestos Generales del Estado o la garantía de que la ley estatal "salvaguarde" el modelo aragonés de entidades locales.

Boné puso sus miras en el futuro para reclamar un Aragón con unos ciudadanos "fuertes y unidos". "Un nuevo Aragón que requiere los mejores talentos y los mejores talantes. Talantes, sobre todo, en la política, donde se anuncian mapas parlamentarios complejos, que requerirán de mucha altura de miras. Altura de miras para debates profundos, donde se consigan consensos sólidos", recalcó.