El PAR obtuvo ayer un mal resultado electoral, pero paradójicamente sus tres diputados podrían jugar un papel muy relevante en la futura gobernabilidad del Ejecutivo autonómico. Tanto en un lado como en el otro. Así, en una hipotética coalición de centroderecha a cuatro bandas los aragonesistas serían necesarios, pero sus tres diputados también pueden valer su peso en oro en otros escenarios. Ayer, el candidato del PAR a la DGA, Arturo Aliaga, no dio ninguna pista en este sentido pero tampoco cerró la puerta a nada. A fin de cuentas, el partido no ha hecho más que empezar.

Obviamente, Ciudadanos será fundamental porque tiene la llave directa de la gobernabilidad, pero ayer fueron muchos los que recordaron las palabras de José Ángel Biel cuando decía aquello de que el PAR era «el clavico del abanico».

Cábalas postelectorales aparte, lo cierto es que finalmente se cumplieron las peores expectativas que le daban al PAR las encuestas. La formación liderada por Arturo Aliaga perdió ayer 12.500 votos. Lo peor, sin duda, es que la caída en el número de sufragios (del 6,86% al 5,04%) le hicieron perder tres diputados, al pasar de seis a tres. El candidato aragonesista a la DGA reconoció el mal resultado y subrayó que el partido no estaba «contento». «No estamos para brindar», dijo. Con todo, confió en poder remontar el vuelo. «Aquí nadie tira la toalla; mañana empieza una nueva época», dijo Aliaga.

El auge de Ciudadanos, que le ha arrebatado parte de su electorado de centroderecha, explica en buena medida el mal resultado del PAR. El nuevo tablero político, cada vez más abierto y saturado, tampoco ha ayudado. Sea como sea, Aliaga no quiso referirse ayer a niguna fuerza política en concreto. «No lo achaco a nada, aunque el partido ha vivido una situación excepcional porque al no ir en coalición en las generales con ningún partido hemos perdido mucha visibilidad», explicó Aliaga.

Los aragonesistas mantienen una clara tendencia bajista desde el 2007. Entonces obtuvieron 9 diputados, en el 2011 bajaron a 7 y en el 2015 a 6. En este sentido, Aliaga reconoció que los resultados deben ser motivo de análisis en el seno del partido. «Sí debemos pensar por qué el PAR no llega donde llegan otros partidos», indicó.

Los aragonesistas han intentado en esta campaña dirigirse aún más al electorado de centro, después del viraje a la derecha de Ciudadanos, pero finalmente no han logrado sus objetivos. «Nuestros diputados seguirán defendiendo las políticas de moderación centrada y los intereses de la comunidad frente a Madrid», dijo Aliaga.

EL JUEGO DE LOS PACTOS

Preguntado por el posible papel que puede jugar el PAR en la futura gobernabilidad, Aliaga no quiso entrar en el juego de pactos, aunque tampoco cerró la puerta a nada. «Ni sí, ni no, ni todo lo contrario; también dependerá de si nos invitan a no», dijo Aliaga, que, en todo caso, reiteró que cualquier decisión deberá debatirse en los órganos internos del partido. «Nosotros siempre apostamos por hacer acuerdos de amplia base e ir a favor del interés de los aragoneses», dijo Aliaga.

El PAR ha estado casi toda su vida política dentro del Gobierno autonómico, si bien en esta pasada legislatura ya ha estado en la oposición.

La tarde-noche electoral en la sede del PAR pasó por diferentes estados. Los primeros resultados les dieron hasta ocho diputados, luego estuvieron con seis durante bastante tiempo para posteriormente desplomarse hasta tres. Luego, con más del 55% escrutado, recuperaron un diputado y se mantuvieron así hasta la medianoche, cuando con el 82% escrutado el PAR bajó a tres. Eso incrementó el nerviosismo en la sede del PAR de Zaragoza, donde los pocos militantes que aguantaban a última hora de la noche se mantenían pegados a sus móviles. El resultado ya no se movería y los aragonesistas se quedarían con tres diputados, la mitad que en el 2015.