Con el paso del tiempo, el Ejecutivo de Gómez de las Roces ha adquirido el reconocimiento, incluso desde la discrepancia ideológica, que no tuvo en su momento. Por primera vez, un presidente de un partido aragonesista gobernaba y sus reivindicaciones le ocasionaron más de un quebradero de cabeza ante una Administración central que se opuso a atender las demandas de la comunidad. En su mandato se eligió al Justicia.