El paro y la vivienda siguen siendo los problemas que más afectan a los aragoneses, aunque seguidos muy de cerca por el terrorismo, que ha subido enteros en su escala de preocupaciones. Así se deduce de los resultados del barómetro de invierno, que hizo ayer público el Gobierno de Aragón.

En el sondeo, que quedó retrasado por las elecciones y se realizó entre el 30 de marzo y el 7 de abril --justo después del 11-M y antes de que el Ejecutivo de Zapatero anunciara la derogación del PHN-- destaca la presencia del trasvase del Ebro. Es la mayor amenaza que, según los aragoneses, tiene la comunidad que, además, cuenta con poco peso político, según el 57%.

La encuesta se elaboró con una muestra de 2.595 personas, utilizando el método de la entrevista personal. Dichos sondeos se realizaron en 73 municipios de 33 comarcas de las tres provincias aragonesas.

POR CAPITULOS A la pregunta, de cuáles son los tres problemas más importantes que existen en Aragón, los encuestados respondieron por este orden, el trasvase (47,1%); el paro (41,3) y la vivienda (24,4). Le siguen la despoblación (16,6%), el déficit de comunicaciones y transporte (16,1%), la inmigración (11,3%) y la sanidad (9,2%).

En lo que respecta al ámbito nacional, los aragoneses también consideran que el paro (43,3%) y la vivienda (27,5%) son los problemas más importantes, aunque precedidos del terrorismo (80%). Los sucesos relativos al 11-M se sitúan, en cambio, en vigésimo segundo lugar (1,3%). La guerra de Irak queda en el decimotercer puesto (ocupó el duodécimo en el barómetro de otoño pero el tercero en el de hace un año). Estos tres asuntos son también los que más afectan a los habitantes de la comunidad, aunque el paro (31,5%) y la vivienda (27,6%) tienen más incidencia que el terrorismo (24,8%).

Uno de los problemas que arrastra la comunidad y que también se deduce de otros barómetros anteriores es el escaso peso político que significa en el conjunto de España. Las decisiones que se toman en Aragón afectan "poco" en el ámbito nacional, según el 57,1% de los encuestados e incluso no influyen "nada", para el 26,9%.

Un 9,9% es más optimista y asegura que la política de la comunidad tiene "bastante" peso en el conjunto del país. Para el 62,9%, esta situación seguirá igual en el futuro, aunque para el 22,3%, mejorará.

MAS OPTIMISMO Aunque dentro de un cierto escepticismo, también se denota una tímida tendencia al optimismo en lo que se refiere a la economía. De manera similar a lo que ocurrió en el barómetro de otoño, el 60% cree que la situación general de Aragón es regular.

Pero un porcentaje 5 puntos mayor que entonces (del 25,2% en esta ocasión) cree que es buena. Y hasta el 24,4% (respecto al 15,3% de hace unos meses) opina que mejorará en los próximos meses.

No varía la tendencia, por último, en cuanto a la relación de los ciudadanos con la comunidad. El 60,3% se siente tan aragonés como español. El 17% se identifica más con el sentimiento autonomista y el 15,8%, con el país. Un 5,2% no se considera ni una cosa ni la otra.