«Aún queda mucho camino por recorrer», indica la presidenta de la Federación Aragonesa de Solidaridad (FAS), Ceren Gergeroglu. La organización, que lleva difundiendo el informe sobre el estado de la ayuda al desarrollo de las instituciones aragonesas desde hace más de una década, celebra, sin embargo, las mejoras que se han logrado en este tiempo. «Nos gustaría seguir trabajando con diálogo, voluntad y compromiso, por eso estamos esperanzados», indica.

Las oenegés esperan poder firmar un pacto contra la pobreza en Huesca a lo largo de este año. Esto sirve para encajar los objetivos internacionales en materia de cooperación con las políticas locales. «Hace falta tener clara la hoja de ruta permanente y visible», destaca Gergeroglu.

Por el momento no están preocupados por el cambio de ciclo electoral que de producirá este año. «Los compromisos políticos siempre se han logrado con la colaboración de todas las fuerzas, no tendrían que influir los gobiernos de turno», matizan. El pacto firmado en las Cortes de Aragón, que califican como «de mínimos», no se verá afectado al respecto.

Y con la intención de mejorar las pobres cifras de cooperación internacional que se constatan en el informe ya han comenzado un ciclo de reuniones con los partidos con representación parlamentaria para que en sus programas electorales de cara a la cita con las urnas del próximo mes de mayo aparezcan este tipo de cuestiones. «Reclamamos que sus compromisos con la política social sean cada vez más fuertes», incide.

El riesgo de que partidos de ultraderecha como Vox lleguen a puestos de representación parlamentaria todavía no preocupa a los miembros de la FAS. «Analizaremos todos los progamas electorales cuando se publiquen, no solo en cuestiones de cooperación al desarrollo, y lanzaremos un resumen sobre sus propuestas, así todo el mundo tendrá herramientas para decidir». indican.

La federación de oenegés asegura que los presupuestos que reclaman no son solo para mantener la actividad de las entidades solidarias al entender que con su acción ejercen una transformación real en el mundo. «Nuestro trabajo tiene consecuencias en muchos campos, desde el feminismo al medio ambiente», matiza Gergeroglu.

Los datos internacionales siguen siendo devastadores. Por eso la FAS recuerda que la desigualdad «es el escándalo de nuestro tiempo», puesto que el 82% de la riqueza mundial generada en 2017 fue a parar al 1% más rico de la población. «Solo 26 personas poseen la misma riqueza que la mitad más pobre de la humanidad», indican.