Las picaduras de mosca negra alcanzaron a finales de junio y primeros de julio el 80% de las urgencias recibidas en los puntos de atención continuada de los centros de salud. "Las fechas coincidieron con el inicio de las vacaciones escolares y la apertura de las piscinas. Pero ahora, tras el tratamiento municipal contra las larvas y que el ciudadano tiene más información y sabe de lo que se trata, el número ha descendido y puede decirse que ha pasado a ser, en número, una urgencia más", contesta el responsable de Urgencias de Atención Primaria de la zona de referencia del Miguel Servet, Antonio Aísa.

Y es que las mordeduras provocan una gran zona inflamada que puede persistir durante una semana. "Lo fundamental es no rascarse, porque puede llegar a infectarse. Y ponerse hielo para bajar o evitar la inflamación. Hay que saber que estas moscas no transmiten enfermedades. Pero en caso de que existan complicaciones, que acudan a los servicios médicos o de urgencias", aconseja este médico.

"Este año se ha adelantado la época de insectos en general y de mosca negra en particular por las lluvias caídas en primavera. Pero el aumento de población habría que relacionarlo con la implantación de nuevos regadíos; la mejoría de la calidad de las aguas de los ríos gracias a las depuradoras, y los cambios en las especies provocados por el cambio climático", argumenta Luis Hernández, vocal del Colegio de Farmacéuticos cuya farmacia está en Caspe.

Hernández, y también el propio investigador y experto Javier Lucientes, relacionan esta explosión animal --incluida la del mosquito trompetero habitual durante los veranos-- con los cambios detectados en el medio natural y la desaparición de especies predadoras.

"En los ríos, las madrillas y demás peces se han sustituido por siluros y percas, que no comen insectos. Han desaparecido unos, pero otros, como el mejillón cebra o especies vegetales invasoras, han llegado de manera desapercibida. Respecto a la mosca negra es detectada porque nos pica", explican.

Por todo ello, se prevé que cada año aumenten más los problemas derivados de los insectos. Y eso que "de momento, no hay presencia de mosquito tigre", admite Lucientes. "No sé qué pasará cuando convivan la mosca negra con el mosquito tigre, que también está subiendo por el Ebro desde el Delta", concluye Hernández.