Las medidas urgentes contra el terrorismo, pactadas el miércoles entre el Gobierno en funciones y el PSOE, se notan ya en estaciones de trenes y autobuses, puertos, aeropuertos, carreteras, fronteras, edificios públicos, consulados y otros lugares concurridos. El objetivo es doble: por un lado dar seguridad a la población tras el 11-M y, por otro, evitar que pueda repetirse un atentado.

En la estación de Sants, las medidas extraordinarias eran evidentes, tanto dentro como fuera del recinto. El vestíbulo era peinado continuamente por decenas de parejas de vigilantes privados de seguridad. La mayoría eran de la compañía Prosegur, pero también los había de la firma Falcó y de Renfe SOS.

Media docena de policías de paisano se entremezclaban entre los pasajeros. Los inspectores prestaban especial atención a los viajeros con bolsas y mochilas que les provocaban alguna sospecha. En la calle, dos patrullas del 091 controlaban el exterior de la estación ferroviaria y la central de autobuses. Desde la comisaría de la propia estación, tres policías coordinaban el operativo de seguridad.

Las medidas se multiplicaron también en el aeropuerto. La presencia de agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil era patente en todas las terminales y en los accesos por tren y carretera. Y lo mismo pasaba en el puerto, donde guardias civiles y policías portuarios compartían labores de vigilancia en los muelles.

FRONTERA IMPERMEABLE La frontera era ayer casi impermeable. La policía ha mandado a su Unidad de Intervención Policial (UIP) a controlar los Pirineos y la autopista de La Jonquera. Esa medida ya se tomó antes de Navidad en previsión de la posible entrada de un comando de ETA y se ha incrementado tras el 11-M. El despliegue policial está coordinado con el de la Gendarmería francesa, que cuenta con el apoyo del Ejército.

En Cataluña casi ya no hay cuarteles. Entre los pocos soldados que quedan destacan los que prestan servicio en los cazas del aeropuerto por si un avión de pasajeros se sale de su ruta. Por su parte, los Mossos de Esquadra colaboran con controles de carreteras y verificaciones de fichas hoteleras.