No sorprendió a nadie en la plantilla la destitución de Paco Flores. "En estos casos la cuerda se rompe siempre por el lado del entrenador", señaló ayer por la tarde Cuartero, uno de los capitanes del equipo. La frase sirve para resumir las declaraciones de un vestuario anímicamente destrozado tras la derrota en Riazor y más o menos consciente de que la solución tomada era la más lógica según las leyes del fútbol, dada la marcha del equipo. Y en esa idea comulgaban tanto los jugadores que estaban con el entrenador, cada vez un grupo menos numeroso, como los que no congeniaban con el técnico ni con su forma de llevar las riendas. Idéntico consenso que había, por cierto, para establecer la responsabilidad principal de los futbolistas en la situación, la misma que tienen para llevar hacia arriba al Zaragoza que ahora dirigirá Víctor Muñoz.

"Los jugadores tenemos que estar unidos para sacar esto adelante, porque somos nosotros los que debemos cambiar la situación", resumió Cuartero, poco después de conocer la destitución de Paco Flores.

Por su parte, Iñaki se expresó en términos parecidos. "Cuando las cosas van mal la cabeza de turco que se pone siempre es la del técnico. La situación no es la idónea y es lógico que se tome alguna determinación, pero siempre la mayor parte de la responsabilidad es de los jugadores", aseguró el centrocampista riojano, que no se atrevió a asegurar que la decisión tomada iba a ser la acertada: "Eso sólo lo dirá el futuro. Ojalá el cambio sea para bien".

Ferrón, habitual en el once en la temporada pasada y casi en el ostracismo en la presente --sólo ha jugado un partido en Liga y tres en Copa--, también acudió a la lógica aplastante del fútbol para hablar del cambio de dirección en el banquillo. "El equipo estaba muy mal, dando una pésima imagen y había que buscar soluciones", aseguró el lateral catalán, que se enteraba de la noticia a última hora de la tarde. "Siempre te da pena que un profesional cese en sus funciones. Yo, en lo personal, siento rabia porque el año pasado pude dar la cara por él y en esta temporada no he tenido la oportunidad de hacerlo, porque tan apenas he jugado".

SIN DECLARACIONES No había, en todo caso, muchas ganas de hablar en la plantilla zaragocista. De hecho, varios pesos pesados de la misma decidieron no hacerlo, aunque alguno, como el guardameta Láinez, no eludió acudir a sala de prensa por la mañana, cuando la destitución de Flores era un hecho al que sólo le faltaba darle un carácter oficial en la reunión del Consejo. "Las soluciones las toma el club y esto se suele romper por la cuerda más floja, pero independientemente de quién esté en el banquillo los jugadores metemos los goles y tenemos que sacar esto hacia arriba", dijo el portero, que habló del calendario cercano como una muestra para ser optimistas, lo mismo que con el compromiso del equipo. "Aquí hay mucha juventud, ilusión y ganas. Estamos muchos que hemos pasado por Segunda y no queremos que se vuelva a repetir", explicó.

Alvaro también mostró su confianza en el grupo, aunque pidió más actitud sobre el césped. "Este equipo está perdiendo la moral en los últimos partidos. Creo que no hay sensación de impotencia, pero tenemos que meter más carácter sobre el campo", afirmó el central brasileño, tan contundente en esa sentencia como en la valoración del cambio de entrenador a estas alturas de temporada: "La función del técnico siempre es limitada. El 90 por ciento de los resultados reside en los jugadores. Al margen de quién esté en el banquillo debemos mirar lo que tenemos que cambiar nosotros, si la actitud que ponemos sobre el campo es suficiente".