La propuesta está clara: que cada rincón de Zaragoza viva las fiestas del Pilar. Con esta premisa se han creado varios espacios a lo largo de la ciudad, cada uno de los cuales girará entorno a una temática. Así, el patio del Centro de Historias se convertirá en Camino al circo, un lugar de encuentro de las artes circenses; la glorieta del Esperanto pasará a llamarse plaza de la Risa, en la que varias compañías aragonesas actuarán para todos los públicos; la Plaza José María Forqué será el centro neurálgico del baile, con sesiones de tango, salsa, swing y bailes de salón; la plaza San Pedro Nolasco será la plaza de la Magia; y el parque José Antonio Labordeta acogerá un festival internacional de teatro de feria, en lo que es una de las propuestas más clásicas de la programación de los pilares.