Plaza Servicios Aéreos fue un proyecto tan estratégico como ruinoso. Ayer comparecieron tres de los miembros de su consejo de administración, Javier Velasco, Carlos Escó y Joaquín Torres, que representaba a la CAI. Todos admitieron que la sociedad fue un fiasco.

Por parte de la CAI, Joaquín Torres, que fue miembro del consejo de administración desde 2005 al 2007, calificó de "operación fallida" a Plaza Servicio Aéreos. "Fue un proyecto totalmente fallido", ratificó. También se refirió a esta empresa otro de los representante de la entidad que compareció ayer, Fernando Herrando, consejero de Plaza desde el 2004 al 2008. "En un principio la idea era de servicio, el Gobierno pensó que era estratégico, pero acabó en fracaso". Ya el día anterior, el asesor jurídico externo, José Manuel García-Figueras definió esa operación como un "desastre".

También preguntaron los motivos de la creación de esta compañía, ya extinguida tras el fiasco de los vuelos que emprendió a Santiago de Compostela y Toulouse a Velasco y Escó.

Ambos reconocieron que fue uno de los proyectos puestos en marcha que fracasaron, pero que se emprendió porque en su momento consideraron que podía ser una buena opción para reforzar el aeropuerto de Zaragoza que en aquella época estaba de capa caída. "Durante mi etapa de consejero, cada mes había informaciones en las que se indicaba cómo caía el aeropuerto de Zaragoza, y era necesario reflotarlo", señaló Velasco, quien añadió que "cuando se hacen muchas cosas, alguna puede fallar".

Escó explicó que surgió la opción de explotar una aerolínea comercial tras el hueco dejado por una compañía. "Evidentemente, el impulso del sector público falló, y luego se reflotó el aeropuerto por la iniciativa privada", añadió.