El Partido Popular sufrió ayer en el pleno de Zaragoza el veredicto del resto de partidos políticos a propósito de los múltiples escándalos de corrupción destapados en las últimas semanas. Fueron tratados de banda criminal, de tener un problema estructural con infinitas ramificaciones, de obedecer intereses de quienes les financian a cambio de comprar voluntades... La rúbrica fue ver a Zaragoza en Común (ZeC), PSOE, Ciudadanos (C’s) y Chunta votando juntos la moción que censuraba la corrupción que sus compañeros de partido han protagonizado y reprobaba a los responsables de la Fiscalía Anticorrupción y de la Fiscalía General del Estado por «enturbiar y entorpecer la acción de la Justicia».

Y habría sido una condena unánime si ZeC hubiera permitido la votación separada, ya que el portavoz conservador, Jorge Azcón, en representación de sus diez concejales, llegó a pedir «perdón a los ciudadanos», por unos casos que les producen «vergüenza». «Rechazamos la corrupción sin paliativos y la primera la del PP. Nos repugna y cuando es de nuestro partido nos asquea», llegó a decir.

Pero su impresión es que la moción de urgencia --que ellos votaron a favor de reconocerla-- se debía más a la «propaganda» sobre la de censura contra el presidente Mariano Rajoy que en el Congreso de los Diputados había pedido el día anterior Unidos Podemos. Y que, aseveró, «van a perder y se va a convertir en una de confianza», porque «no tienen mayoría, ni un líder que le sustituya ni credibilidad para defenderla».

DÍA ACIAGO // Dicho esto, al PP solo le quedó encajar una sonora derrota en un día aciago, ya que no logró sacar adelante ninguna de sus iniciativas, y eso que incluía temas como las inmatriculaciones de la Iglesia o la petición de reprobación de Cubero, que salvó el PSOE. Y dio pie a apuntalar la moción de censura, que no tiene visos de trasladarse al Congreso.

Al menos por un PSOE que, en boca de su portavoz, Carlos Pérez Anadón, destacó que la petición de ZeC fuera «moderada» y sin «otros aditamentos» que habrían dado al traste su apoyo. «Entre decir que todos somos delincuentes y que el PP diga que lo está haciendo bien hay cierta distancia que habrá que recorrer», manifestó, al tiempo que defendió la «honestidad» que ha demostrado en Aragón. Para Sara Fernández, de C’s, era «inevitable» condenar la corrupción en el PP, «un partido imputado» que «ha institucionalizado la corrupción en lugar de combatirla». Pero Azcón sí cargó contra el PSOE: «El único presidente que ha defendido a un corrupto es el de Aragón. ¿Se acuerdan de Mallén?», dijo para recordarle a ZeC que está apoyado por Podemos e IU.

En CHA, Carmelo Asensio, lamentó el «hedor insoportable» en el PP: «No puede continuar ni un minuto más. Por higiene democrática, por favor váyanse». Con todo a favor, el edil de ZeC Pablo Híjar hizo los honores y recalcó la «trama criminal paralela» en el PP y la «vergüenza de fiscal jefe de Anticorrupción», y les acusó de ir «dopados» a las elecciones por ser «mayordomos» de las grandes empresas que «pagan bien sus favores». «Las ranas ya no le caben en la charca, que podemos llamar ciénaga o lodazal», afirmó.

Una victoria efímera para ZeC, ya que solo minutos después vio cómo toda la oposición acusó a Santisteve de «creer que la ideología está por encima de la ley» y de intentar sortearla por esa «mezcla perfecta de dogmatismo, autoritarismo y sectarismo» que esconde que «no tiene vocación para dialogar» en asuntos que acaban judicializados y generan inseguridad jurídica. Dura comparecencia la que le presentó el PSOE, que secundó el resto, una vez más, a bloque.