Los resultados de las elecciones europeas han dado un respiro general a los partidos vascos en su andadura hacia los próximos comicios autonómicos, previstos para dentro de un año. El PNV consolida su liderazgo con el plan Ibarretxe como bandera; el PSE afianza su posición como segunda fuerza y Batasuna y sus afines resisten la ilegalización.

La satisfacción expresada por Josu Jon Imaz la noche del domingo tenía motivos. El PNV obtuvo un resultado más que notable en relación a sus dos socios en Galeusca (CiU y BNG) y consiguió su mejor porcentaje en unas elecciones europeas, e Imaz reafirmó su liderazgo en el partido nacionalista tras las recientes refriegas internas.

XALIANZA PNV-EA Esto permitirá a los peneuvistas afrontar el debate del plan Ibarretxe con un margen de apoyo contrastado en las urnas. Además, podrán encarar las autonómicas renovando, desde la primacía electoral, su apuesta por la alianza con EA.

Los socialistas vascos han visto recompensada su política de progresivo alejamiento del PP. El secretario general, Patxi López, ha satisfecho su aspiración de convertir el PSE en alternativa de Gobierno, consolidando su vuelta a la segunda posición que durante años había ocupado en el tablero vasco y que recuperó el 14-M.

RETROCESO Los aberzales radicales, representados por la candidatura ilegalizada Herritarren Zerrenda (HZ), reculan, aunque los 98.132 votos nulos recogidos en Euskadi y los 15.665 de Navarra (la inmensa mayoría de ellos correspondientes a papeletas ilegales de HZ) constatan que los seguidores de Batasuna mantienen un nivel de fidelidad. La fuga de apoyos que padecen las distintas candidaturas con las que Batasuna ha intentado eludir su ilegalización, es progresiva y constante (en las anteriores europeas, EH sacó 225.796 votos en Euskadi y 45.146 en Navarra, y un eurodiputado).