Pablo Echenique siempre había sido rotundo: Podemos no quiere estar en el Gobierno. Así fue hasta ayer. El líder de la formación morada dejó la puerta abierta a esta posibilidad; dijo que su partido abrirá un proceso de análisis y debate que incluirá la entrada en el Ejecutivo. La otra alternativa es endurecer el papel de oposición en las Cortes.

La aprobación hoy del presupuesto abre un nuevo escenario. Echenique dijo ayer que estas no son sus cuentas y admitió que las apoyan, entre otras cosas, para dar carpetazo a la etapa del PP. Rechazarlas suponía la prórroga del último proyecto económico de Luisa Fernanda Rudi. Esa posibilidad ha supuesto una losa para los del círculo morado.

Pasado este trance Echenique dejó abiertas todas las puertas. Endurecer su posición en las Cortes parece su principal prioridad. Pero todo puede pasar teniendo en cuenta que el devenir del Gobierno central tendrá su repercusión en las comunidades. El líder de Podemos en Aragón ya ha dicho en varias ocasiones que el Ejecutivo tiene más poder que el Legislativo, y que impulsar el cambio que pretende su formación resulta más efectivo desde una consejería o un ministerio que desde un escaño.

De ahí las dudas de Podemos. Echenique es partidario de seguir en la oposición, según reiteró ayer, pero abrirá el análisis y en el plazo de un mes se tomará una decisión. "El debate será sincero e incluirá todas las posibilidades", dijo. Aprovechó la ocasión para criticar al PSOE del que, dijo, no se fía, y menos después del grado de conocimiento adquirido estos meses. Es "complicado" ponerse de acuerdo con los socialistas en políticas estructurales, pero tampoco para luchar frontalmente contra el clientelismo, indicó.

Podemos se debate eternamente entre atacar al PSOE y apoyarlo. Entrar en el Gobierno puede resultar remoto, pero no imposible si Pablo Iglesias --como ya ha dicho-- hace lo propio en el Ejecutivo central. En todo caso, la formación violeta está más en la órbita de permanecer en la oposición. Echenique explicó que su grupo seguirá trabajando "con la misma actitud responsable", pero en un "escenario nuevo", porque la "disyuntiva" entre pasado y presente --PP y PSOE-- "se diluye" con la aprobación de unos nuevos presupuestos. Los del círculo morado vinieron a decir que se sienten liberados de mochilas, y que a partir de ahora todo puede pasar. En esta fase el partido será "más crítico" con las políticas del Gobierno, pero no solo en la valoración, sino también en el voto de sus iniciativas. Un aviso a navegantes que en realidad entraña otra realidad: negar el apoyo al PSOE supondrá la más de las veces alinearse con el PP.