Malpica vivía ayer pendiente de los camiones cisterna. Trabajadores y empresarios de la zona esperaban con cierta expectación la llegada de estos vehículos para surtir de agua sus negocios, secos desde que el mediodía del viernes pasado reventara la única tubería que da servicio a la zona. La imagen que mejor describe el escenario, la de varias personas haciendo cola cargados de bidones, grandes depósitos y garrafas de agua, a la espera de abastecerse.

Una semana, pues, en la que varias empresas tuvieron que parar su actividad, otras la vieron reducida y varias, aunque no han sufrido afección directa en su producción, sí que han padecido carecer de servicios básicos como el aseo.

«Para producir no necesitamos el agua pero para el baño sí. Hay que estar aquí ocho horas. Ahora mismo, estamos trayendo de casa el agua en garrafas», explicó una trabajadora de una empresa de ofimática del polígono. «Cada vez que bajo al baño abro el grifo, a ver si sale», apostilló.

«Vamos a la acequia y cogemos agua en bidones», detalló una empleada de Compresores Josval, quien consideró que el corte ha podido afectar a la producción de la empresa, como lo ha hecho a eventos que tenían programados.

El servicio prestado por el ayuntamiento comenzó el miércoles con un camión que distribuyó agua en dos turnos. Ayer, además, se unieron otros cuatro vehículos de 20.000 litros.

«Llevamos la situación con mucha indignación. Después de siete días nos traen los camiones y vienen a las 12 de la mañana, no a las 8», protestó ayer el presidente de los industriales y comerciantes de la zona, Francisco Murillo. Además, adelantó que si hoy continúa el corte, desde el colectivo han considerado convocar una reunión para preparar las reclamaciones al consistorio. Según estimó, podrían superar los cientos de miles de euros.