En el debate electoral del lunes el líder de Vox, Santiago Abascal, se fue de rositas, sin que apenas nadie le cuestionase un discurso plagado de falsedades, propuestas anticonstitucionales e ideario ultra. Sus aliados en comunidades autónomas y ayuntamientos, PP y Cs, copiaron esa misma táctica anoche en el debate entre candidatas. Ni Ana Pastor (PP) ni Inés Arrimadas (Cs) quisieron confrontar con Rocío Monasterio (Vox). A pesar de que todos los sondeos constatan una fuga de sus votantes al partido de ultraderecha, se distanciaron en sus discursos pero rehuyeron ese choque.

El PSOE cambió el tono. La ministra de Hacienda en funciones, María Jesús Montero, fue incisiva contra Vox y exigió a su representante que pidiese disculpas por «azuzar» medidas «xenófobas» y un discurso de odio contra los menores no acompañados (menas). Monasterio le respondió el golpe. Con un discurso netamente populista de desprecio a la clase política y a las instituciones, acusó al Gobierno de dirigir editoriales contra los «medios progres» que alientan, asegura, la violencia contra militantes de su partido.

SIN FÓRMULA CLARA

Con 1,5 millones de indecisos en el aire, Pastor, Arrimadas y Monasterio atacaron a la ministra de Hacienda, también críticada -principalmente económicas y sociales- por la portavoz de Unidas Podemos, Irene Montero. Las candidatas constataron que no hay una fórmula clara para desbloquear el panorama político tras el 10-N, ahondaron en asuntos como la economía, las pensiones, la vivienda pero, sobre todo, en igualdad, donde se cargaron las tintas.

Pastor aseguró que la posición oficial del PP es que «cuando no hay consentimiento, es violación», en contra de lo que defendió su portavoz parlamentaria, Cayetana Álvarez de Toledo. Monasterio reclamó la cadena perpetua para violadores. Montero planteó modificar el código penal. Arrimadas criticó al PSOE y a Podemos por «patrimonializar» el dolor de las víctimas. La portavoz podemista reprochó a la representante de Vox que «reviente minutos de silencio» de las víctimas de violencia de género, algo que las enzarzó en un rifirrafe.

Pastor defendió el Estado de las autonomías, para marcar distancias con el partido de extrema derecha, que propone abolirlo y cuya representante atacó a la popular por este motivo.

Cataluña centró el último tramo del debate de La Sexta, a cuenta de la aprobación, ayer, en la Asamblea de Madrid de una iniciativa de Vox apoyada por PP y Cs para ilegalizar los partidos independentistas. Fue un todas contra el PSOE.