La presidenta del Gobierno que había capitaneado el Debate del estado de la comunidad con sus propuestas de regeneración quedó ayer en evidencia. Su grupo, el PP, votó en contra de hasta tres iniciativas de PSOE, CHA e IU en las que se reclamaba la eliminación de los aforados. Esta había sido una de sus medidas. En solo dos días los populares pasaron de aplaudir con ahínco a su jefa de filas a rechazar una de sus ideas. Una contradicción que coloca en una situación complicada la credibilidad de la jefa del Ejecutivo, que ayer abandonó el Parlamento visiblemente enfadada.

El desconcierto en las filas populares después de la última sesión del Debate del estado de la comunidad era mayúsculo. Se admitía sin tapujos un "error de estrategia". La oposición se frotaba las manos ante el desliz del PP. La misma presidenta preguntó por qué no se había votado a favor de la propuesta de resolución del PSOE, la más moderada de las tres que ayer se presentaron y reprochó a los suyos no haberla respaldado. Claro que era ya tarde. Los conservadores habían incurrido en una contradicción que, por mucho que se justifique, es clamorosa. Y se da la circunstancia de que después de tres días de sesiones no sale ni un solo acuerdo en torno a las propuestas más novedosas, la regeneración.

ARGUMENTO DEL PP Los populares, y la propia Rudi, ya habían dicho que su intención era convocar a todos los partidos, incluso a los agentes sociales en septiembre y allí debate las propuestas de regeneración. Los aforamientos eran solo una medida más. La presidenta había puesto sobre la mesa reducir el número de diputados; impedir que personas con juicios orales pendientes estén en listas electorales, que sean abiertas, o acortar las campañas. Querían llevar este debate al próximo curso político. "Sin apriorismos", explicaron ayer desde el PP. Es decir, con el "papel en blanco", para que cada cual hiciese sus propuestas. Por eso decidieron votar en contra de la eliminación de esta figura. Una táctica de la que luego se arrepintieron.

La decisión de rechazar las propuestas de resolución de PSOE, CHA e IU sobre los aforamientos se tomó el jueves por la tarde, en una reunión en las Cortes en las que estuvieron presentes Antonio Torres y Alfredo Boné como portavoces del PP y el PAR, pero también Roberto Bermúdez de Castro como mano derecha de Rudi, portavoz del Gobierno y consejero de Presidencia. Se optó por el voto contrario y se decidió no hacer ni una sola propuesta de regeneración. Dicen los populares que por no condicionar la reunión que debía celebrarse en septiembre.

No lo vio así la oposición que al ver que el PP hincaba la rodilla aprovechó para dejar en evidencia a la presidenta Rudi. El PSOE había presentado también una propuesta para que los parlamentario no pueden percibir ni dietas ni otros pagos. También se quedó en la cuneta. Para lo socialistas el voto en contra de los populares demuestra que las propuestas de la jefa del Ejecutivo para la regeneración democrática no eran otra cosa que "tinta de calamar" para ocultar el "fracaso" de su gestión en el Pignatelli. Debido a este error, un debate que los conservadores habían salvado terminó rozando el desastre para el Gobierno y la presidenta, y dejó a la izquierda como victoriosa.

CRÍTICAS CHA e IU, que habían sido más ambiciosos en sus propuestas, al solicitar, directamente, la eliminación de todos los aforamientos, criticaron con dureza a los populares. Calificaron a Rudi de "oportunista", como ella hiciera hace 15 días.

La presidenta en menos de un mes ha pasado de negarse a suprimir este privilegio, a proponerlo el miércoles, y ya ayer en una nueva vuelta de tuerca a votar en contra. "Así es la demagogia y el populismo del PP", se quejó Adolfo Barrena. Su grupo llegó a proponer la reprobación de la jefa del Ejecutivo por estas cuestiones, pero no logró los apoyos suficientes para ello. Gregorio Briz (CHA) señaló que las propuestas de regeneración de la presidenta han sido un "brindis al sol".